El 24 de febrero de 1987, el Papa San Juan Pablo II le nombra Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias. Desde entonces, ha promovido la renovación del Ufficio, consiguiendo autonomía jurídica en el interior de la Curia Romana.
Episcopado
El 19 de marzo de 1998 Mons. Marini fue ordenado Obispo de Martirano. El 20 de septiembre de 2003, con ocasión del XXV aniversario del Pontificado, el Santo Padre Juan Pablo II elevó a la dignidad Arzobispal.
Maestro de Celebraciones Litúrgicas Pontificias
Durante el pontificado de San Juan Pablo II fue Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias (1987), cargo que consiste en la preparación y supervisión de las ceremonias celebradas por el Papa, cargo en el que continuó con Benedicto XVI. En sus funciones fue muy por elecciones que suponían una ruptura con la tradición.[1][2][3]
El 1 de octubre de 2007 fue sustituido en el cargo de Maestro de Ceremonias por Guido Marini, dejando el puesto el 21 de octubre de 2007. El 1 de octubre, en una carta de despedida y agradecimiento difundida en inglés por la Santa Sede, algo inusual en la Curia, Marini se defendía invocando la confianza de la que fue objeto por parte de los dos Papas a los que sirvió. Agradece especialmente a Juan- Pablo II que supo concederle su confianza, aunque no siendo un experto litúrgico en sentido técnico del término, y a Benedicto XVI en quien reconoce a un profesor y a un experto en liturgia y que aceptó de buena gana celebrar según los ritos que había concebido para él con motivo de la inauguración de su pontificado. Se declara también confortado por la nueva carga que se le confía.[4]
Es autor de varios libros sobre el tema, como Liturgia e Bellezza. Nobilis Pulchritudo, publicado en 2005.
Actualmente
El 1 de octubre de 2007 fue nombrado Presidente del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales «ad quinquennium» por el papa Benedicto XVI,[5] siendo confirmado en el cargo el 27 de noviembre de 2012 «usque ad septuagesimum quintum annum aetatis eius» y el 24 de mayo de 2018 hasta la celebración del 52° Congreso Eucarístico Internacional.
Las acciones y frutos de su cargo han sido muy criticados, en especial por los sectores católicos más tradicionales, acusándolo de banalizar y llevar las liturgias papales más cerca de espectáculos que de verdaderas misas católicas. El cambio ha sido profundo, en especial a través de la promulgación del motu proprioSummorum Pontificum, se ha cambiado desde la propia Cruz, la cátedra, las vestiduras o la decoración del altar en las misas papales.