El parachoques, paragolpes o defensa,[1] es la pieza de un vehículo que se encuentra en la parte trasera y delantera de este con el objetivo de amortiguar y proteger al vehículo en caso de colisión, absorbiendo la energía cinética y empujándola en forma de rebote hacia el centro del choque, consiguiendo así una reducción de daños, pero no de impacto.
Historia
En 1905 aparecieron los primeros parachoques creados de caucho inventados por Frederick Richard Simms, posteriormente fueron de metal y caucho, y en 1972 el Renault 5 se convirtió en el primer vehículo de gran serie con parachoques de plástico, lo que se generalizó en la década de 1980, siendo más ligeros y seguros. Hoy en día existen diversos materiales para fabricarlos, desde acero o aluminio, hasta caucho y derivados del plástico.
Vienen incluido en la compra de cualquier auto.[2]