Los osteocitos[1]
son las células principales del tejido óseo, representan aproximadamente el 95% del total de células de este tejido. Cada osteocito se encuentra situado en una laguna tallada en la sustancia intercelular mineralizada del hueso. Tiene una forma característica estrellada debido a que de su citoplasma surgen prolongaciones que corren a lo largo de pequeños canales situados en la matriz mineralizada del hueso, formando un laberinto de conductos llamado sistema lácuno-canalicular.[2]
Los osteocitos se forman a partir de los osteoblastos que a su vez derivan de las células osteoprogenitoras.
Los osteocitos se forman cuando los osteoblastos óseos quedan atrapados en la matriz osteoide.
Características
Estas células son incapaces de dividirse. El citoplasma es ligeramente alargado y basófilo, cuenta con numerosas prolongaciones citoplasmáticas. Tienen poco desarrollado el retículo endoplásmico rugoso y el aparato de Golgi. Cuentan con la capacidad de segregar o reabsorber la matriz ósea que les circunda, de hecho se podría decir que estas células se han quedado atrapadas en su propia sustancia de secreción.
Referencias
- ↑ OMS,OPS (ed.). «Osteocitos». Biblioteca virtual de salud, Descriptores en Ciencias de la Salud. Consultado el 9 de noviembre de 2020.
- ↑ Osteocitos y la regulación de la formación ósea. Autores: Teresita Bellido, Gretel Pellegrini. Acta Bioquím Clín Latinoam 2021; 50 (3): 423-7. Consultado el 4 de mayo de 2018.