Los Nandor, tras abandonar el camino de Olwë, siguieron el río Anduin hacia el Sur y se convirtieron en un pueblo aparte, que solo se asemejó a sus hermanos por el amor que sentían por el agua, y vivieron casi siempre junto a las cascadas y las corrientes. Fueron los elfos que mayor conocimiento tenían de las criaturas vivientes, de árboles e hierbas, aves y bestias.[1]
Poco se sabe de los caminos que siguieron los Nandor. Se dice, habitaron por largos años en los bosques del Valle del Anduin, y algunos llegaron por fin a la desembocadura y allí habitaron junto al Mar, y otros, abriéndose camino por Ered Nimrais, las Montañas Blancas, llegaron de nuevo al norte y penetraron en el páramo de Eriador, entre Ered Luin y las distantes Montañas Nubladas.[2]
Entre los Nandorin más notables, además de Lenwë y Denethor, se encontraba Saeros, que contaba con el favor del rey Thingol de Doriath, pero que llegó a enemistarse con Túrin.
El Nandorin era la lengua de los nandor, pero con el paso de los años fue sustituida por el Sindarin.