En la mitología griega, Nana[1] (en griego, Νάνα / Nána) es una náyade hija del dios-río frigio Sangario, el río Sakarya localizado en el Asia Menor.[2]
Quedó embarazada accidentalmente cuando le cayó una almendra en el regazo. El almendro había crecido en el lugar donde se había castrado el dios hermafrodita Agdistis. Nana tuvo un niño y lo abandonó, y fue atendido por un macho cabrío. El niño, Atis, creció muy hermoso y después fue servidor y consorte de Cibeles, la gran madre.[3]
Notas y referencias
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