Movimientos de ciclistas, en especial los que fomentan el ciclismo urbano, han incorporado las ideas ambientalistas y en favor de la ecología.[2] Del mismo modo y para recorrer mayores distancias, debido a la extensa red ferroviaria europea, en especial las que usan trenes eléctricos, han promovido campañas ecologistas para dejar de usar los aviones, con el fin de que las personas usen más este medio de transporte que otros que consumen combustibles que emiten CO2 a la atmósfera terrestre.[3] La Manifestación Ciclonudista Mundial busca crear conciencia sobre los beneficios de usar este medio de transporte, además de visibilizar las problemáticas en seguridad vial en los cuales se ven enfrentados.[4] Asimismo, la aparición de vehículos eléctricos en el transporte público urbano, tales como tranvías, metros, autobuses y automóviles usados como taxis, en especial para quienes se desplazan en solitario, al considerar un gasto innecesario de energía si una sola persona viaja en un vehículo privado, promoviendo al mismo tiempo un transporte compartido.[5]
Han emergido movimientos en favor del uso de transporte marítimo propulsados por el viento y otros métodos que no contaminen. En 2019 fue mediático el viaje realizado por la activista sueca Greta Thunberg, quien viajó en un velero junto a su padre desde Europa hasta Nueva York, Estados Unidos, para luego dirigirse hacia Chile, donde pretendía asistir a la cumbre de la COP25 celebrada inicialmente en Santiago; sin embargo, ella tuvo que cambiar la ruta para dirigirse hasta Madrid, España, debido al cambio de sede del evento producto de las protestas en Chile de ese año.[6]
En la misma línea, la Organización Marítima Internacional (OMI), propuso como el lema marítimo del año 2020, «Un transporte marítimo sostenible para un planeta sostenible».[7]