El principal producto minero en Nueva España fue la plata del actual México, que rivalizaba con la de la Villa Imperial de Potosí (1560) en el Virreinato de Perú. En Nueva España también se obtenía, en mucha menor medida y de manera intermitente, oro de los ríos a lo ancho del territorio que abarcaba desde Filipinas a Cuba. La concesión de una explotación minera estaba sujeta al pago impuesto del quinto real y al pago de otros tributos por la fundición y comercio como el almojarifazgo o la alcábala. Las cantidades extraídas sólo en México a lo largo de más de doscientos cincuenta años son modestas comparadas con las actuales, sin embargo, fueron de máxima importancia para la economía mundial de su época, causando sucesivas quiebras de deuda pública en España y la revolución de los precios en el resto de países europeos.[1]
De su importancia económica y social son testimonio los centros históricos Patrimonio de la Humanidad de Guanajuato oZacatecas, así como otras ciudades monumentales, caminos e infraestructura minera y metalúrgica. Existen regiones de relevancia histórica por la actividad minera como los Pueblos Mineros del Centro y Sur de Honduras. El patrimonio relacionado directamente con la minería entre los siglos XVI y XIX también se ha puesto en valor como en el caso de la mina de la Valenciana (Guanajuato, México).
Algunas de las minas cuya explotación se inició en época del imperio español continúan en funcionamiento en la actualidad, como el caso de la Rosario Mining Company en Honduras o la Mina Proñao en México.
Historia
Oro en La Española, República Dominicana
Los inicios de la minería novohispana se encuentran en los yacimientos auríferos de la actual República Dominicana. El imperio español explotó las minas señaladas por los taínos con procesos y técnicas propias de la Europa del siglo XVI. De principios a mediados del siglo XVI se estima una producción de 500.000 pesos de oro, siendo estas cifras superiores a las de Castilla del Oro o los actuales Puerto Rico y Cuba. La producción de oro sustentaba las peticiones de mano de obra esclava negra, que también se empleaba en los ingenios azucareros. A finales del siglo XVII los informes de Juan Nieto Valcárcel respaldaron las inversiones para proseguir con la minería del oro en la actual República Dominicana.[2]
Oro en San Juan Bautista, Puerto Rico
En el siglo XVI, la explotación del oro en San Germán (Puerto Rico) estuvo condicionada al acecho de los piratas de las naciones enemigas de España, con base en el oeste de La Española, cuya presencia limitaba las inversiones en obtención o fundición.[3]
Cobre y oro en Cuba
En Cuba se explotaron los reducidos depósitos auríferos de los ríos señalados por los taínos. La primera fundición de oro se estableció en Bayamo (1512), trasladada después a Santiago de Cuba.[4] En 1534 se descubrió el yacimiento de cobre El Cobre (Santiago de Cuba) que se explotó hasta el primer tercio del siglo XVII. Estuvo inactivo hasta mediados del siglo XIX.[5]
Oro y plata en Honduras y Guatemala
Honduras
De 1542 data el hallazgo del oro aluvial del río Guayape en la gobernación de Veragua (actual Honduras). Su explotación estuvo precedida por la presencia de oro en la región de Tegucigalpa, que junto a Comayagua se constituyeron en las regiones mineras más relevantes de su época. Otras minas del siglo XVI fueron cerro de Guazucarán (1569) y en la zona de influencia de San Pedro Sula y el puerto de Trujillo. Durante el siglo XVI requirió de mano de obra esclava africana para su desarrollo. La minería de plata y oro entró en decadencia a principios del siglo XVII, época de la fundación de la institución pionera de la Alcaldía Mayor de Minas de la Provincia de Honduras. Otros recursos mineros fueron el hierro de Agalteca.[6]En 1731 se creó la ceca de Santiago de los Caballeros de Guatemala(Guatemala), cuarta casa de la moneda americana. [7]
La minería en la actual Guatemala en la Capitanía General de Guatemala, data de la explotación de los yacimientos de Chiquimula y San Miguel. Las minas se localizaron en Huehuetenango, Concepción Las Minas y Zunil.[10] La casa de la moneda de Guatemala (1731) fue la cuarta de América, por detrás de las de México, Potosí y Lima para acuñar la moneda procedente de la actual Honduras. Tras los terremotos de 1773 se trasladó a Nueva Guatemala de la Asunción.[7]
Plata en México
Las minas de plata del actual México sostuvieron las campañas de conquista del territorio del actual México por parte del imperio español. La producción de plata en México llegó a representar cuatro veces la del conjunto de minas situadas en Europa. Algunas de las principales zonas mineras fueron las de Zacatecas, Taxco de Alarcón, Sultepec, Tlalpujahua y Pachuca (1546) y Sombrerete (1552) y Mineral del Monte (1552), Fresnillo, Guanajuato (1548), San Luis Potosí (1592) y Durango. En torno a las minas se erigieron importantes poblaciones cuya prosperidad se basó en la actividad minera, avecindando a numerosos indígenas que crearon una población mestiza. Los distritos mineros se organizaron como Reales de Minas, como Real de Minas de las Vírgenes de Cosalá o el Real de Minas de Pánuco. La primera casa de la moneda americana data de 1571 y fue la de México, ubicada junto al palacio de los Virreyes.[11]
Las explotaciones consistían en galerías y la extracción de la plata del mineral se realizaba mediante fundición. Las técnicas y hornos se fueron perfeccionando. Además, se introdujeron los avances de Vannoccio Biringuccio (1540) sobre la amalgama con mercurio. El benefició de patio fue descubierto por Bartolomé de Medina en 1554, y su principal consecuencia fue un incremento en la activación de la minería, pues el nuevo sistema requería de menos tiempo, menor mano de obra y reducía la cantidad de trabajadores necesarios para la obra. Sin embargo, la obra de Medina requería un mayor costo económico (el sistema estaba formado por sal, pirita de hierro, cobre y mercurio porque fue la más importante de toda la Nueva España ) pero el costo fue paliado rápidamente y la minería siguió su crecimiento.[12]
La minería novohispana enfrentó varios problemas, tales como:
Escasa mano de obra al verse reducida la población indígena (principal trabajadora de las minas), durante las epidemias del siglo XVI en el cual se da una gran cantidad de muertes. Este inconveniente fue solucionado con la importación de mano de obra esclava negra.
El mercurio o azogue era transportado desde Almadén (Ciudad Real, España) al virreinato en los convoyes de la Carrera de Indias. La importación de mercurio desde fuera del imperio español fue prohibida y castigada con la pena capital a partir de 1589, por decreto de Felipe II. El motivo fueron los intentos ingleses de comerciar en el imperio español. El monopolio comercial dio lugar a los intentos de contrabando como los de Henry Morgan.
La dureza del trabajo en las minas provocaba enfermedades como artritis reumatoide en los mineros, lo que muchas veces ocasionó su muerte o cese en el trabajo. Los estímulos brindados solían ser paupérrimos y los trabajadores muchas veces ocasionaron revueltas en contra de los patrones.[13]
La época dorada de las minas se alcanzó en el siglo XVII, y su mejor representante fue la mina de la Valenciana, ubicada en Guanajuato y propiedad de Antonio de Obregón, conde de la Valenciana. En el plazo de 1788 al 1808, la mina produjo 30 millones de pesos, cantidad superior al producto interno bruto del Virreinato del Perú. Otra mina reseñable fue la de Alvarado en Zacatecas. Solo de esta mina se extrajeron más de 800 millones de dólares durante 1548 y 1867, según los registros que se han conservado.
Hasta el siglo XVI los aztecas también habían desarrollado la minería, con medios humanos y técnicas limitadas.
Tras la independencia de México cayó a mediados del siglo XIX, al surgir la industria, caer las minas a causa de las guerras, y devaluarse la moneda de oro en 1882.[16]
Efectos socio demográficos y económicos de la minería
La minería, como actividad económica principal, generó un contexto nuevo en la del virreinato. El oro y la plata se consolidaron como productos de exportación, sirvió de enlace entre la España peninsular y la España americana, además de unir la economía mundial hacia el océano Pacífico y el Oriente alimentando la ruta hacía la Capitanía General de Filipinas (actual Filipinas) del Galeón de Manila que conectaba con la China de la Dinastía Ming y su subsiguiente Dinastía Qing.
La minería dio lugar a una exhaustiva legislación en torno a su explotación y las condiciones de los mineros. Los indios empleados en las minas se regían por las Leyes de Burgos (1512) y demás fuentes del derecho indiano que regulaban, entre otros, que en los pueblos mineros se pudiera oír misa y la limitación del trabajo de las embarazadas. La baja densidad de población, las condiciones de salubridad y de seguridad en el trabajo de la época supusieron la demanda de mano de obra esclava africana a través de la concesión del Asiento de Negros.
La circulación de la plata novohispana (y de Potosí) en Europa produjo el largo periodo de inflación de ciento cincuenta años de la revolución de los precios teorizado por Martín de Azpilcueta. Además, debido en parte a la inflación, durante los reinados de Felipe II y Felipe III, la monarquía hispánica incurrió en quiebras de su deuda pública o juros.
El descubrimiento de las minas fue realizado hasta el año de 1553 por Alonso Rodríguez de Salgado, Mayoral de una estancia de ganado menor. A partir de este momento, el aspecto de la población se fue transformando notablemente, pues empezaron a llegar decenas de operarios para emplearse en las diversas labores mineras. El desarrollo minero de Pachuca dio comienzo a raíz de 1552, cuando Bartolomé de Medina inventó el sistema de amalgamación para el beneficio de los minerales, fue desarrollado en la hacienda de Purísima Grande.
Este proceso permitía beneficiar de un modo económico los minerales de plata; era necesario mezclar el mineral pulverizado con agua, sal, mercurio, y otros compuestos. Se extendían las "tortas" en patios muy grandes, donde se debían incorporar los reactivos; "Dar los repasos", es decir, mezclar con ayuda de animales y cuidar que las reacciones se efectuaran adecuadamente a fin de que la plata formara amalgama con el mercurio. Después de varias semanas se lavaba la torta para retirar los materiales indeseables y la mencionada amalgama se pasaba a un horno especial donde, con mucho cuidado, se volatizaba el mercurio y que daba la plata en forma esponjosa, y finalmente se fundía para obtener las barras del blanco metal. Este proceso se le conocía también como beneficio de patio.
En el siglo XVIII, la visión del Pedro Romero de Terreros, hizo resurgir el mineral de Real del Monte, al encontrar nuevas y ricas vetas que dieron a Pachuca un auge extraordinario. A partir de este momento, el aspecto de la población se transforma notablemente, pues empezaron a llegar decenas de operarios para emplearse en los diversos laboríos mineros, así la relación de tasaciones señala que para 1560, es decir 8 años después del descubrimiento, la población ascendía a 2,200 habitantes, lo que significaba un incremento de casi el 300% con relación a la de 1550.
En 1766 pretendió suprimir el partido, forma de pago que se había hecho costumbre entre los mineros. El partido consistía en que el último costal de mineral que se subía el trabajador de la jornada lo dividía entre el y el dueño de la mina. Los mineros se protestaron por esto, que incluyó la presentación de un pliego de peticiones y el paro de labores y, al no tener solución favorable, se desató la violencia. La turba atacó y mató al Alcalde Mayor de Pachuca. Fue necesaria la intervención de las autoridades virreinales para resolver el conflicto.
Es en esta época del auge en la minería en que salían grandes cantidades de oro y plata para España y se dice en los libros de la época que si los lingotes de metales preciosos no llevaban el sello de Real del Monte y Pachuca, no querían recibir la plata, porque ese sello era garantía de la pureza del metal extraído en esta ciudad.
↑ abMayor 25, Numismática (31 de octubre de 2023). «LA CECA HISPANA DE GUATEMALA». Noticias Numismáticas - Tienda Mayor 25. Consultado el 25 de agosto de 2024.