La zona está principalmente relacionada con la industria mayorista de la pirotecnia y eventos festivos,[1] comprendida de los negocios cerca de la calle homónima y sus aledaños Cusco, Andahuaylas y Puno,[2] en parte del canal prehispánico de Huatica, considerado como Patrimonio Cultural de la Nación.[3] Ocupa un área alrededor de 90 mil metros cuadrados y albergan alrededor de nueve mil comerciantes, quince mil en 2012,[4] que se encuentran en centenas de tiendas entre las 163 galerías o pequeños centros comerciales.[5][6][7]
Inicialmente, según reportó El Comercio en los años 1950, Mesa Redonda fue una zona de venta ambulatoria de comida.[8] El lugar se modernizó en la década de 1980, con la expansión urbana de la metrópolis,[6] y durante el mandato del alcaldeAlberto Andrade se alojaron a varios comerciantes.[3] Desde 1994, la galería original es propiedad de Ricardo Wong y operada en conjunto por la Cámara de Empresarios y Comerciantes de Mesa Redonda.[9]
Junto al mercado central es una de las conocidas zonas comerciales del centro de Lima que concentra el mercado popular. Alrededor de 200 mil visitan la galería cada día,[6] con récords de 700 mil compradores para vísperas de Nochebuena, en 2015,[10] y alrededor del millón para el último día del año 2017.[11] En una encuesta de Global Research Marketing en 2014, señala que, uno de cada cuatro encuestados compraría útiles escolares en esta zona.[12] En 2019, los ingresos diarios estimados fueron de 20 millones de dólares.[13]
Incidentes
El lugar es infame por ser reincidente de los incendios en la ciudad, producto de la invasión del comercio informal, incluyendo la formación de almacenes clandestinas y su expansión en la estrecha calle que obstaculiza sus evacuación.[2][5][14][15] Entre 1991 y 2010, se registraron ocho incendios de considerable magnitud, incluido el sucedido en 2001 con más de 270 fallecidos.[16] Mientras tanto, entre 2014 y 2016, la mayoría de reportes de incendios de la ciudad se realizaron en esta área.[17] En 2021, volvió a registrarse un incendio de bajas proporciones.
En 2003, contó con 11 hidrantes ante un eventual amago de incendio dentro su denominada "zona crítica".[18]
En 2023, la zona comercial fue declarada como zona rígida por la Municipalidad de Lima para evitar la venta ambulatoria y el estacionamiento.[19] En ese año, se realizaron medidas para mitigar las mafias de cobro de cupos mientras se realizan las compras navideñas.[20]