La infanta María Antonia Fernanda nació el 17 de noviembre de 1729 en el Real Alcázar de Sevilla, como la sexta y última hija del rey Felipe V de España y de su segunda esposa, la princesa italiana Isabel Farnesio. Su nacimiento coincidió con la firma del tratado de Sevilla, que acabó con la guerra anglo-española.[3] Pasó su infancia en la ciudad de Sevilla antes de trasladarse a Madrid en 1733.[4] Fue bautizada con los nombres de María Antonia y Fernanda en honor a su medio hermano mayor Fernando, el heredero al trono. Sin embargo, a la pequeña Infanta se la conocería bajo los nombres de "Antonia Fernanda" o "Antonietta Ferdinanda".[5] Como hija del Rey de España, ostentaba el título de Infanta de España y el tratamiento de Alteza Real.[6]
En un plan de matrimonio doble, se estipuló que María Antonia se casaría con Luis, delfín de Francia, mientras que su hermano el infante Felipe se casaría con la hermana del delfín, Luisa Isabel. Su madre accedió a esto, pero insistió en esperar a que María Antonia llegara a una edad más madura. La mano de la infanta también fue buscada por el Príncipe Elector de Sajonia.[7] El matrimonio entre el Infante Felipe y Luisa Isabel se celebró en 1739 y, finalmente su hermana mayor, la infanta María Teresa, contrajo en 1745 matrimonio con el Delfín en su lugar. Sin embargo, al morir María Teresa en 1746, su hermano Fernando VI trató de comprometer a María Antonia con el delfín, pero la idea fue desechada por Luis XV como "incesto".[8] En su lugar, optó por María Josefa de Sajonia.
Duquesa de Saboya
El 12 de abril de 1750[9], en el Palacio del Buen Retiro, contrajo matrimonio por poderes con el príncipe Víctor Amadeo, duque de Saboya, hijo mayor y heredero del rey Carlos Manuel III.[10] El matrimonio fue arreglado por su hermano Fernando y fue utilizado como un medio para fortalecer las relaciones entre Madrid y Turín: ambos reinos habían luchado en bandos opuestos durante la guerra de sucesión austriaca.[11] Como regalo de bodas, los apartamentos de la nueva duquesa en el Palacio Real de Turín fueron remodelados por el arquitecto Benedetto Alfieri. María Antonia recibió una dote de 3.500.000 liras piamontesas, así como también posesiones españolas en Milán.[12] En Italia, se la conocía como "Maria Antonietta Ferdinanda".
El matrimonio fue feliz pero impopular entre la gente de Cerdeña.[13] La joven pareja llevó una vida tranquila, en la compañía de pensadores modernos y políticos.[14] María Antonia trajo consigo a la corte de Saboya la rígida etiqueta de su España natal,[15] y puesto que la última esposa del rey, la reina Isabel Teresa, había muerto en 1741, María Antonia ocupó el puesto de la mujer más importante en la corte. Se la describe como una persona religiosa, pero de carácter frío y tímido.[15] María Antonia fue madre de doce hijos, tres de los cuales murieron en la infancia. Algunos de sus descendientes incluyen a la reina Ana de Borbón-Parma, Otón de Habsburgo-Lorena y Enrique de Luxemburgo, entre otros.
Reina de Cerdeña
A la muerte de su suegro en 1773, su esposo lo sucedió como Víctor Amadeo III. María Antonia se convirtió en la primera reina de Cerdeña en más de treinta años desde la muerte de la reina Isabel Teresa en 1741. Su hijo mayor Carlos Manuel contrajo matrimonio con Clotilde de Francia, una de las hermanas de Luis XVI, en 1775. María Antonia y su nuera gozaron de una buena relación y fueron muy cercanas. La reina falleció en el castillo de Moncalieri en las afueras de Turín y sus restos reposan en la basílica de Superga junto a su esposo y al resto de los monarcas de la Casa de Saboya.
Descendencia
María Antonia y Víctor Amadeo tuvieron doce hijos, tres de los cuales murieron en la infancia: