Debió de iniciar su formación en el taller de su tío, Sebastiano Ricci. Involucrado en un asesinato, tuvo que huir de Venecia y se instaló en Split, donde permaneció cuatro años como alumno de un pintor de paisajes. Hacia 1700 regresó a Venecia y en los siguientes años fue colaborador de su tío Sebastiano.
Consta que en 1705 colaboraba con Alessandro Magnasco. En 1708, junto con Giovanni Antonio Pellegrini, siguió a Lord Manchester a Londres donde había sido invitado, con la finalidad de ejecutar escenografías para la ópera italiana en el Queen's Theatre de Haymarket. En su viaje a Londres pasó por los Países Bajos, donde pudo ver cuadros holandeses de paisajes.
En Inglaterra, Ricci trabajó mayormente como escenógrafo para óperas, y además produjo pinturas al fresco para la residencia del duque de Mánchester en Londres y también en Castle Howard.
Regresó a Venecia a finales del 1710, a causa, al parecer, de un pleito con Pellegrini, de 1712 a 1714 estuvo de nuevo en Londres, esta vez en compañía de su tío Sebastiano. Estableciéndose definitivamente en Venecia figura inscrito en la cofradía de los pintores en 1726 y en 1727, viviendo con su tío hasta su muerte.
Sus pinturas más típicas son lienzos con paisajes, en diversas tipologías: puertos del Mediterráneo, bosques con viajeros, paisajes nevados... De esta última temática hay ejemplos en el Museo Thyssen-Bornemisza. También produjo algunos grabados al aguafuerte. Su arte influyó a otros artistas como Canaletto, Guardi y Francesco Zuccarelli.