Su estilo se deriva de la escuela franco-borgoñona. José Gudiol Ricart apreció asimismo el influjo de la pintura valenciana por la naturalidad con que representa las figuras, sus gestos y actitudes. Es notable también por dotarlas de dinamismo al servicio de la narración. Pero esta naturalidad en las acciones no está exenta de un realce expresionista, con un uso muy libre del color.