Según Heródoto, practicaban la circuncisión, que habían aprendido de los cólquicos.[2] El historiador los cita entre los pueblos tributarios de los persas. Pertenecían a una demarcación tributaria que compartían con los moscos, mosinecos, tibarenos y mares que debía aportar trescientos talentos.[3] Formaron parte de la expedición que Jerjes realizó en el 480 a. C. contra Grecia. Los mosinecos y los macrones estuvieron bajo el mando de Artaíctes en esta expedición. Se contaba que iban armados, al igual que los moscos, con yelmos de madera, escudos y lanzas cortas con puntas de hierro.[4]
En el 401 a. C., los griegos de la Expedición de los Diez Mil llegaron al territorio de los macrones. Estos llevaban lanzas, escudos de mimbre y túnicas de crin y pretendían combatir a los griegos para evitar que invadieran su territorio pero un esclavo que estaba entre los griegos y que entendía su lengua parlamentó con ellos. Les explicó que los griegos únicamente necesitaban atravesar el territorio para volver a su patria. Así pues, llegaron a un acuerdo, atravesaron su territorio en tres días y mercadearon con ellos.[5]
Estrabón indica que los macrones fueron llamados más tarde sanos[6] pero Plinio en cambio los presenta como dos tribus distintas.[7]