Zipes señala como el lay bretón más antiguo registrado el «Lai du cor» de Robert Biket, datable entre mediados y finales del siglo XII.[2] Los más antiguos que perviven por escrito son de época similar: los Lais de María de Francia, que se cree que fueron compuestos en los años 1170 por María de Francia, una poetisa inglesa que escribía en francés a finales del siglo XII y principios del XIII.
A través de las descripciones presentes en los propios layes de María y en varios layes anónimos en francés antiguo del siglo XIII, sabemos de layes anteriores de origen celta, quizá más líricos en estilo, que cantaban los bardosbretones. Se cree que esos hipotéticos «layes líricos» bretones, ninguno de los cuales ha sobrevivido, eran introducidos por un resumen narrativo, que ponía en escena la canción, y que esos resúmenes narrados fueron la base de los layes narrativos posteriores.
Los layes bretones más primitivos fueron compuestos en una gran variedad de dialectos del francés antiguo, y también se conserva una media docena de ellos en inglés medio, de los siglos XIII y XIV, de varios autores.[3]
Zipes entiende que las leyendas artúricas podrían haber llegado desde Gales, Cornualles e Irlanda a Bretaña. En el continente las canciones habrían sido interpretadas en lugares diversos por harpistas, bardos y cuentacuentos.[2] Los layes bretones podrían haber inspirado a Chrétien de Troyes, y ser, por tanto, responsables de la expansión del material «celta» y de hadas en la Europa Continental. Un ejemplo de lay bretón del siglo XIV tendría al rey de las hadas raptando una esposa hacia sus dominios.[2]
Los conocidos como Layes anónimos, once layes de autoría controvertida. Aunque estos layes suelen ser entremezclados con los anteriores en los manuscritos medievales, los eruditos dudan que estos once fueran también escritos por María.
«Sir Launfal», de Thomas Chestre, una revisión del lay anterior, también en inglés medio, titulado «Landavale», a su vez una traducción del «Lanval» de María de Francia.[4]