Julio María de la Luz Claudio Francisco de Asís Elías Nicolás José Santiago Gaspar de Todos los Santos Quesada-Cañaveral y Piédrola Osorio Spínola y Blake era hijo de Francisco Quesada-Cañaveral Osorio, V Conde de Benalúa, y de Elia Piédrola y Blake, quedó huérfano de ambos cuando tenía diez años, asumiendo su tutela y cuidados el primo hermano de su padre José Osorio y Silva, marqués de Alcañices, más conocido por el título de duque de Sesto que llevó como heredero.
Empresario emprendedor y adelantado a su tiempo, buscó siempre el progreso de Granada. Puso en marcha multitud de iniciativas empresariales, siendo pionero de la industria azucarera de España.[2] Fue un visionario del potencial turístico de Granada y de Sierra Nevada. Así construyó el Hotel Alhambra Palace, establecimiento de lujo situado en las inmediaciones del palacio nazarí e inaugurado por Alfonso XIII en 1910, y el Hotel del Duque en plena sierra, que fue sucursal del anterior y desde 1950 cumple la función de seminario de verano de la Archidiócesis de Granada. Promovió el trazado de la carretera que sube hasta Sierra Nevada y construyó una línea de tranvías desde la capital hasta el Hotel del Duque, dotada con red eléctrica propia, que se alimentaba con energía suministrada por 'Eléctrica del Maitena', compañía fundada también por el duque.
En el campo social, fue el segundo presidente nacional de la institución escultista Exploradores de España tras el fallecimiento del primer titular José Messía y Gayoso, duque de Tamames en 1917. José Messía había dimitido tras profundas discrepancias en el seno de la organización, pero se reincorporó el 11 de marzo de 1915 a petición de la asamblea nacional, cargo que ostentó hasta su muerte. Julio Quesada-Cañaveral le sustituyó formando una junta de gobierno con Antonio Trucharte como secretario, Arturo Cuyás como comisario general y Teodoro Iradier y Herrero como vocal.[4]
Murió poco antes del estallido de la guerra civil española. Su cadáver fue trasladado por ferrocarril hasta Granada, en cuya catedral, de la que era canónigo honorario, fue inhumado el 17 de julio de 1936.
El Ayuntamiento de Granada ha dedicado a su memoria la avenida del Duque de San Pedro de Galatino en el barrio de Los Vergeles y la plaza del mismo nombre al comienzo de la Carretera de la Sierra. Igualmente el Ayuntamiento de Láchar también le dedicó una calle en su honor —la del Duque de San Pedro—.
En 2007, con motivo del 150.º aniversario de su nacimiento fue declarado hijo adoptivo de Granada.