Durante su trayectoria política ocupó diversos cargos públicos: ministro en dos ocasiones (de Educación y Cultura y de Industria y Comercio), tres veces un escaño como diputado y dos veces el escaño de senador, la última vez en 2020.
Fue secretario general del Partido Colorado, de 1983 a 1985, de 2004 a 2009 y de 2019 a 2024.
Julio María Sanguinetti nació el 6 de enero de 1936 en el seno de una familia de inmigrantes italianos de clase media. Sus padres fueron Julio León Sanguinetti Maupe y Ema Coirolo Saravia, y su abuela materna, Regina Saravia de Coirolo, era hija del caudillo nacionalista Chiquito Saravia.[1]
Su tarea como periodista comenzó en 1953 en el semanario Canelones. Dos años después pasó a desempeñarse como columnista del diario Acción de Montevideo, fundado por el expresidente Luis Batlle Berres. Como periodista de Acción en 1959 viajó a Cuba para cubrir la victoria de la Revolución Cubana y en 1960 a Costa Rica para cubrir la Conferencia de Cancilleres de la OEA que censuró a Cuba por su decisión de establecer relaciones con la Unión Soviética.
En 1967 fue nombrado presidente de la Comisión Nacional de Artes Plásticas, cargo que ocupó hasta 1973, cuando renunció. Ese mismo año ingresó al diario El Día en calidad de redactor político, columnista y miembro del Consejo de Dirección. En 1974 se integró como columnista al semanario latinoamericano Visión. Un año más tarde fue nombrado presidente del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina, cargo que abandonó en 1984. En 1981 fundó el semanario Correo de los Viernes, que dirigió hasta 1984, pero para el cual continúa escribiendo nuevas publicaciones.[3]
[4]
En 1998 fue designado presidente honorario del Centro Latinoamericano de Periodismo (CELAP) en Panamá.
Por su trayectoria y «permanente defensa de la ética y de la libertad en el ejercicio del periodismo» la Academia Nacional de Periodismo de Argentina lo distinguió en 2008 con el premio Pluma de Honor, en la primera entrega,[8]
Carrera política
Desde 1963 fue un gran protagonista de la política uruguaya. Perteneciente al Partido Colorado (partido político que alberga varias tendencias ideológicas, entre ellas la socialdemócrata) se desempeñó como ministro de Estado, diputado, senador y también como presidente de la República en las dos ocasiones que se postuló.
Ingresó al Partido Colorado en el año 1960. Tres años después asumió su cargo como diputado de la República, representando a Montevideo, su departamento natal; en ese entonces tenía solamente 27 años de edad.
En 1964 fue miembro de la delegación uruguaya en la Primera Conferencia de Comercio y Desarrollo en Ginebra, Suiza.
En 1966 fue reelecto como diputado por el departamento de Montevideo. En 1967 integró la Comisión Asesora del Presidente de la República para la Conferencia de Presidentes de la OEA, realizada en la ciudad uruguaya de Punta del Este.
En 1969 su vida política dio un salto positivo muy importante. El presidente Jorge Pacheco Areco lo nombró Ministro de Industria y Comercio. En 1972 asumió la presidencia Juan María Bordaberry y lo nombró Ministro de Educación y Cultura. Desde esta cartera, propició en 1972 la "Ley General de Educación N°14.101"
,[10] que introdujo cambios sustantivos a la situación de los Entes Autónomos de la enseñanza de cada nivel (Primaria, Secundaria e Industrial) para concentrarlos en el Consejo Nacional de Educación (CONAE) como único ente autónomo para la educación pública primaria y secundaria. Esta Ley dio la potestad al CONAE de controlar y penar las actividades de los estudiantes, padres, profesores y funcionarios ante ciertas transgresiones a la laicidad y el orden público.
El 27 de octubre de 1972 Jorge Batlle es detenido en el diario Acción por las Fuerzas Armadas imputándole el delito de “ataque a la fuerza moral del Ejército” (art 58-3 del Código Penal Militar) con el agravante de “situación de peligro” (art 16-5 del citado Código). Poco tiempo después, Sanguinetti y otros ministros renuncian ante el arresto del líder de la lista 15. Meses después, el 27 de junio de 1973 el presidente Juan María Bordaberry dio un golpe de Estado. Sanguinetti se opuso públicamente al golpe y fue opositor a la dictadura militar, siendo sus derechos políticos prohibidos entre 1976 y el 29 de junio de 1981.
En los días previos al Plebiscito Nacional para legitimar el proceso militar en 1980 y a pesar de tener sus derechos proscriptos, Sanguinetti publicó un editorial en el diario El Día, mostrando una vez más su oposición a la dictadura que lentamente iba perdiendo fuerza.
Ganado el plebiscito, Sanguinetti se postuló por el Partido Colorado en las elecciones internas de 1982, en esa ocasión se eligieron las autoridades de los diferentes partidos político y Sanguinetti ganó por mayoría. Al año siguiente fue designado secretario general del Partido Colorado.
En noviembre de 1984 ganó las elecciones presidenciales. Sería el primer Presidente constitucional, elegido democráticamente tras 13 años de dictadura cívico-militar, aunque con candidatos proscritos, como Wilson Ferreira Aldunate, líder del sector más importante del Partido Nacional, y del general Líber Seregni, líder indiscutido del Frente Amplio.[11]
[12]
Luego de resultar electo presidente, Sanguinetti pidió al Presidente de la Suprema Corte de Justicia, Rafael Addiego Bruno que fuera él quién le pasara la banda presidencial y no quien hasta entonces se encontraba en el sillón presidencial, Gregorio Álvarez, cabeza del gobierno cívico-militar.[13]
Estaba planificado que la banda presidencial se la entregara Addiego Bruno, quien ejerció como presidente interino debido a su condición de presidente de la Suprema Corte de Justicia. Esto se debió a un acuerdo político entre el Partido Colorado y las Fuerzas Armadas para que la banda presidencial no se transmitiera desde el presidente dictatorial Gregorio Álvarez y al presidente electo democráticamente. Finalmente quien le puso la banda presidencial a Sanguinetti, fue su vicepresidente, Enrique Tarigo.[14]
Luego de su primer mandato como presidente le entregó el mando a Luis Alberto Lacalle el 1 de marzo de 1990. Se dedicó a su labor como periodista y escritor. No obstante, continuó trabajando dentro del Partido Colorado. Muchos lo consideraban un "candidato en espera" y, de hecho, se convirtió en un actor político de fuste a la hora de definir la vigencia de la Ley de Empresas Públicas en 1992.
A finales de 1993 volvió a ser propuesto como candidato a la presidencia de la República. El 27 de noviembre de 1994 resultó triunfador en las elecciones nacionales y volvió a ser electo como presidente del Uruguay. Asumió el 1 de marzo de 1995 hasta el 1 de marzo del 2000, cuando le entregó el mando a Jorge Batlle. En las elecciones de 1999, Sanguinetti encabezó la lista al Senado del Foro Batllista, pero luego no asumió la banca.
En 2004 volvió a ser elegido como secretario general del Partido Colorado. En las elecciones nacionales del 31 de octubre de ese año fue elegido senador, en lo que fue la peor elección en la historia de su partido. Asumió como senador el 15 de febrero del 2005. Como senador mantuvo, al contrario que buena parte de su partido, una posición abiertamente liberal en términos de derechos sociales, habiendo respaldado iniciativas de vanguardia en cuanto a los derechos de los homosexuales y la legalización del aborto.
El 14 de febrero de 2010 finalizó su actividad parlamentaria.
En el segundo trimestre de 2018 inicia una ronda de contactos con líderes de la oposición con vistas a buscar acuerdos sobre la "construcción de una alternativa de cambio".[16]
Otras actividades
En 1990 dirigió el seminario sobre "Transiciones y Gobernabilidad en América Latina", en la Universidad de Georgetown de Estados Unidos. Ese mismo año preside el Instituto PAX. En 1991 dirige nuevamente un seminario, esta vez en la Universidad Complutense de Madrid donde dicta el curso "América Latina en su Laberinto". Un año más tarde preside el Primer Congreso Iberoamericano del Libro, en España. En septiembre de 1996 convocó en Montevideo a destacados políticos, intelectuales y dirigentes de organizaciones internacionales con el fin de promover un debate. Dicho debate llevaría el nombre de "Los Nuevos Caminos de América Latina".
A dicho simposio fueron convocadas destacadas personalidades del mundo de la política y la intelectualidad, entre ellos el expresidente colombiano Belisario Betancur, el expresidente del Gobierno español Felipe González y los presidentes en ejercicio de Chile y Brasil, Ricardo Lagos y Fernando Henrique Cardoso, respectivamente. Surgiría entonces el "Círculo de Montevideo", que actúa como un foro de debate cercano a los postulados de la denominada tercera vía, desde el punto de vista latinoamericano.[17][4]
En 2000 es nombrado Miembro de Honor del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay, y en 2001 participó en la fundación del Club de Madrid en España, en calidad de Miembro fundador. En 2002 fue miembro del Jurado de la Primera Edición del Premio Velázquez, también en España. Entre el 2003 y el 2005 participó como expositor en el III Congreso de la Lengua Española en Argentina, en la Conferencia Magistral de clausura del XVI Coloquio Cervantino Internacional en México y fue director del V Simposio Internacional en España.
Fue vicepresidente y actualmente es presidente Honorario del Club Atlético Peñarol, uno de los clubes de fútbol más importantes de Uruguay.[18]
Antes de serlo también fue dirigente y representante del mismo.
En la actualidad forma parte del consejo consultivo de la Fundación Internacional de Jóvenes Líderes.
Historia electoral
Elecciones Presidenciales de 1984
Resultado de las elecciones de 1984 para la presidencia de la República.[11]
Julio María Sanguinetti asumió como Presidente Constitucional de Uruguay el 1 de marzo de 1985, tras el cambio de mando del presidente provisional, Rafael Addiego Bruno. Fue el primer presidente democráticamente electo luego de once años de dictadura militar. Asistieron numerosos jefes de Estado y Gobierno, así como delegados de todas las instituciones políticas del país.
Su primer mandato se caracterizó por una política liberal. En la polémica sobre su valoración, se invoca en su favor especialmente:
La consolidación del régimen constitucional tras la dictadura militar.
El carácter pacífico de la transición.
Las medidas adoptadas en favor de las víctimas de la dictadura militar:
La ley de amnistía dictada en marzo de 1985 en favor de las personas que todavía permanecían detenidas, condenadas por la justicia militar por delitos políticos (Ley N.º 15.737[20]).
La restitución de funcionarios públicos destituidos por la dictadura, y la reparación de su carrera profesional (Ley N.º 15.783[21]).
Las críticas apuntan a diversos temas, y en especial al mantenimiento de instituciones y prácticas de la dictadura militar que recortaban la vigencia de las libertades democráticas:
Las limitaciones de la ley de amnistía citada, que no fue total.[Nota 1]
El sistemático bloqueo, mediante trabas sucesivas, de la investigación de los crímenes cometidos durante la dictadura, la búsqueda de los detenidos desaparecidos y el juzgamiento de los responsables:
Se permitió que la justicia militar (que solo podía actuar por mandato del Ministerio de Defensa Nacional) planteara contiendas de competencia a los jueces que conocían en causas promovidas sobre esos asuntos, bloqueando su tramitación.[Nota 2]
En agosto de 1986 el gobierno propuso la amnistía total de los delitos cometidos por la dictadura.[Nota 3]
En diciembre de 1986 se promovió, junto con un sector del Partido Nacional, la "Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado", que permitió sustraer a la actuación de la justicia todos los delitos cometidos por militares y policías durante la dictadura.[22]
Cuando se promovió un referéndum contra esa ley, cooordinado por la Comisión Nacional Pro Referéndum, el gobierno desplegó una actividad permanente destinada a frenar esa iniciativa, primero para evitar la obtención de las firmas necesarias, después durante su control por la Corte Electoral, y finalmente en la campaña previa a la votación.[Nota 4]
Una disposición legal por la que el Poder Ejecutivo debía investigar la suerte corrida por las personas detenidas y desaparecidas[Nota 5] fue aplicada por el procedimiento de encomendar esa investigación a un coronel del Ejército, aceptándose su conclusión de que no había responsabilidad de ningún servicio militar ni policial.[Nota 6]
Se mantuvo la autonomía de hecho de las Fuerzas Armadas. Se designó Ministro de Defensa Nacional, en 1987, al general Hugo Medina, que había cesado poco antes en el cargo de Comandante del Ejército, ejercido desde la dictadura.
Se toleró que los servicios policiales siguieran aplicando métodos de violencia y coerción que causaron en Montevideo, en 1989, una sucesión de muertes de detenidos en dependencias policiales, cuya investigación se impidió.
Su segundo mandato como Presidente Constitucional fue entre el 1 de marzo de 1995 y el 1 de marzo de 2000, habiendo sido sucedido por Jorge Batlle Ibáñez. Se convirtió en el tercer presidente reelecto por voto directo en la historia del país.
Como el mapa político estaba virtualmente dividido en tercios, Sanguinetti se abocó a la formación de una coalición de gobierno. La misma contó con amplio respaldo de todo el Partido Colorado y del Partido Nacional. Hubo una histórica participación de caudillos blancos en el gabinete colorado. El presidente del Directorio blanco Alberto Volonté ofició de vocero de la coalición ante la prensa.
Se realizaron reformas liberales en la economía, la seguridad social (creación de las AFAP), el sistema electoral (reforma constitucional de 1996 que instauró el candidato único por partido y el balotaje), la vivienda y se expandió el alcance de la enseñanza a preescolares, además de realizarse una discutida reforma en la enseñanza a manos de Germán Rama. No obstante, la inestabilidad de la región y en particular los efectos de la devaluación de la moneda brasileña llevaron al Uruguay a una recesión en el último año de su mandato que concluyó con una posterior crisis económica y bancaria en 2002.
Sanguinetti ejerció su influencia directriz en el proceso de selección del precandidato sectorial a las elecciones internas de 1999: solo los jerarcas y militantes notorios del Foro Batllista, unos 1300 en total, participaron en este acto. Resultó ungido precandidato el ministro del interior Luis Hierro López, quien se impuso sobre Hugo Fernández Faingold y Ricardo Lombardo. Pero este fue derrotado por el contrincante quincista Jorge Batlle Ibáñez, quien a su vez resultaría a la postre electo Presidente.
Sanguinetti proclamó su postulación como precandidato a las internas presidenciales de junio de 2019[25] acompañado por el sector político Batllistas.[26] Lo acompañaron varios de sus antiguos asesores de confianza, incluso exministros y políticos del Foro Batllista.[27] Luego de las elecciones internas, este quedó segundo, dentro del partido.
Tras resultar electo senador en octubre de 2019, Sanguinetti manifestó su intención de colaborar desde el Parlamento con la Coalición Multicolor durante el primer año, para después abocarse a sus actividades como secretario general del Partido Colorado. Conjuntamente con Tabaré Vázquez, se considera una de las figuras de mayor perfil en el espectro político uruguayo.[28]
Renunció a su escaño como senador el 20 de octubre de 2020, el mismo día en el que renunció al escaño Pepe Mújica,[29] anunciando que comenzará una etapa de dedicación plena al Partido Colorado del que es secretario general.[30]Sanguinetti dejó el cargo de secretario general el viernes 1 de marzo de 2024, y se dedicará a la campaña de la precandidatura presidencial de Tabaré Viera, candidato del sector Batllistas.[31]
Obras
1967, Alcances y aplicaciones de la nueva constitución uruguaya (Ed. IEPAL, Montevideo)
1967, La nueva constitución (Ed. Alfaguara, Montevideo)
1976, Pedro Figari. Crónica y dibujos del caso Almeida (Ed. Acalí, Montevideo)
1978, La Nación, el nacionalismo y otros ismos (Ed. Lapid, Montevideo)
1991, El Temor y la impaciencia. Ensayo sobre las transiciones democráticas en América Latina (Ed. FCE, Buenos Aires-México DF)
1992, El año 501 (Ed. Sudamericana, Buenos Aires)
1993, Un mundo sin Marx (Ed. Fundación Banco de Boston, Buenos Aires)
Medina, Federico (2016). Los políticos al diván. Ediciones B. ISBN978-9974-718-35-7.
Pereyra, Gabriel; Ferreiro, Alejandro (2022). El horizonte. Conversaciones sin ruido entre Sanguinetti y Mujica. Debate. ISBN9789915673240.
Notas
↑El parlamento, instalado 15 días antes que el Poder Ejecutivo, estaba tratando una ley de amnistía total, ya aprobada en una de las Cámaras, cuando el gobierno de Sanguinetti anunció, al entrar en funciones, que vetaría cualquier amnistía que no exceptuara determinados delitos. En definitiva la amnistía se aprobó con limitaciones.
↑Las contiendas de competencia paralizaron todos los procedimientos hasta que la Suprema Corte de Justicia se pronunció declarando competente a la justicia ordinaria. Esto dilató las actuaciones hasta noviembre de 1986.
↑El proyecto fue rechazado por el Parlamento. Los fundamentos de la iniciativa eran contradictorios con los argumentos con que el gobierno se había opuesto el año anterior a la amnistía total de los detenidos que eran víctimas de la dictadura.
↑José Luis Guntin, en un libro de 2010,[23] en un capítulo titulado El día que Julio prohibió, relató aspectos de las intervenciones de Sanguinetti y su esfuerzo obsesivo por evitar el éxito del referéndum.
↑El único fundamento de la conclusión era el siguiente: Los indicios que apuntan a integrantes de las Fuerzas Conjuntas quedan desvirtuados con los informes recibidos de esas Instituciones….