Souza Pinto desarrolló una sólida carrera en Francia, impregnada de frecuentes visitas a Portugal, donde participó en exposiciones colectivas e individuales en Lisboa y Oporto hasta 1929. Sus obras figuran en las colecciones de varios museos franceses, y fue el primer artista portugués en tener una obra incluida en la colección del Museo de Luxemburgo (embrión del Museo de Orsay). Se enamoró de Bretaña, región francesa en la que residió desde su madurez hasta su muerte.[1]
Pintó obras de gran emoción, permitiéndose el uso de algunos de los efectos del impresionismo en su vasta producción de paisajes campestres y marítimos, además de la narración de la vida cotidiana rural (A colheita da batata, 1898, Museo de Orsay),[2] los dramas vividos por los aldeanos (Barco desaparecido, 1890, Museo del Chiado), las escenas de género y los interiores (Interior de laboratório, 1903, Museo de Arte de São Paulo).[5] A partir de 1907, Sousa Pinto se instaló en Neuilly-sur-Seine y allí representó ampliamente a su familia en los jardines (Plaza de Levallois-Perret, 1911). El 1 de abril de 1932 se le concedió el grado de Comandante de la Orden Militar de Cristo.[4]
Silva Gaio registra su «tonalidad visceral» como la de Jules Breton y Jules Bastien-Lepage.[2][5] Para José Augusto França, Souza Pinto es el artista que mejor establece una conexión entre la pintura portuguesa y la Escuela de París, definiendo «las posibles relaciones con las propuestas del medio artístico internacional de la capital francesa».[5]
Desde 2015 su nombre está consagrado en la toponimia de Lisboa a través de la Rua Sousa Pinto, inaugurada en mayo de 2017 en la Urbanização Nova Amoreiras (antigua Quinta do Mineiro), en la parroquia de Santo António.[6][7]
Migliaccio, Luciano (1998). «José Júlio de Souza Pinto». En Marques, Luiz, ed. Catálogo do Museu de Arte de São Paulo Assis Chateaubriand: Arte da Península Ibérica do centro e do norte da Europa(en portugués). São Paulo: Prêmio. pp. 61-62.