Isidoro Hernández González (Sevilla, 1847 - Sevilla, 25 de octubre de 1888) fue un compositor y director de orquesta español. Como creador cultivó el piano, la canción lírica y la zarzuela y gozó de gran popularidad.
Carrera compositiva
Isidoro Hernández compuso y publicó sus canciones líricas mayoritariamente en forma de álbumes (dotados de unidad temática o estética) aunque también editó algunas piezas de manera independiente. Su producción musical en este ámbito hace que Celsa Alonso -estudiosa de la canción lírica española- haya considerado a Hernández un “compositor fundamental en el género cancionístico […] desde los años sesenta hasta su muerte en 1888”.[1]
En el corpus de canciones publicadas por Hernández además de obras de su autoría se encuentran recopilaciones de temas de otros autores y canciones populares harmonizadas por él. Practicó todas las modas del momento: habanera (El cancionero cubano, 1871), nocturno (Seis nocturnos para piano con poesía recitada ad libitum, 1875), melodía neo-romántica (Álbum Bécquer, 1875), canción andalucista (Andalucía, 1866, Flores de Andalucía, 1871, Perlas gaditanas, 1876, o La gracia de Andalucía, 1880) o canción morisca (Ecos del Harem, 1874 o Granada, 1877) e incluso canciones infantiles (Ecos infantiles, 1887). Su estilo va desde el andalucismo estereotipado y el refinamiento de sus canciones moriscas al criollismo de sus habaneras y al romanticismo de sus melodías sobre rimas de Bécquer.[1]
En cuanto a sus abundantes composiciones para el teatro lírico, mayoritariamente concentradas en las décadas de los años 1870 y 1880, suelen ajustarse al modelo del teatro por horas, con partituras breves en las que abundan los números bailables o las intervenciones cantadas de estilo andaluz o americano. Algunos títulos destacados de entre su producción son Una aventura en Siam (1869, refundida en 1876), Abelardo y Eloísa (1870), Un sevillano en La Habana (1872), El sargento Boquerones (1876), Dudas y celos (1878), Torear por lo fino (1881), Toros de puntas (1885), De Madrid a la Luna (1886, colaboración con Tomás y Manuel Fernández Grajal), Toros en Vallecas (1887) o Efectos de la Gran Vía (1887), esta última una consecuencia de la celebérrima La Gran Vía (1886) de Federico Chueca y Joaquín Valverde. Emilio Casares ha considerado que en su estilo como compositor lírico predomina un populismo de sabor andaluz y aflamencado.[2]
Hernández desarrolló otra actividad musical relacionada con la música teatral, ya desde la década de 1850: la realización de reducciones para canto y piano de zarzuelas. El catálogo de títulos para los que preparó ediciones comerciales incluía a los más célebres maestros de la generación anterior como Francisco Asenjo Barbieri, Joaquín Gaztambide, Emilio Arrieta y Cristóbal Oudrid junto a algunos compositores más próximos en edad como Miguel Marqués, Ruperto Chapí o Federico Chueca. Relacionada con esta tarea más técnica también desarrolló otra labor más creativa componiendo piezas para piano sobre motivos de óperas y de zarzuelas conocidas (por ejemplo, El veloz club, álbum de baile para piano sobre motivos de El potosí submarino de Emilio Arrieta o Polka, Rigodones y Valses de La tempestad de Ruperto Chapí); las ediciones de las reducciones para canto y piano de las zarzuelas y las de los arreglos sobre motivos de esas mismas obras formaban parte de un mismo proyecto editorial.[2]
La carrera de Isidoro Hernández se truncó de forma inesperada en plena madurez, aunque según la voz que se le dedicó en la Enciclopedia Espasa murió en la más absoluta miseria.[3]
Enlaces externos
Referencias
- ↑ a b Alonso, Celsa (1998). La Canción Lírica Española en el siglo XIX. Música Hispana. Textos, Estudios. Instituto Complutense de Ciencias Musicales. p. 386-392. ISBN 84-89457-03-4.
- ↑ a b Casares Rodicio, Emilio (2006). «Hernández, Isidoro». En Emilio Casares Rodicio, ed. Diccionario de la Zarzuela. España e Hispanoamérica 2 (2ª edición). Instituto Complutense de Ciencias Musicales. p. 967. ISBN 84-89457-30-1.
- ↑ «Hernández, Isidoro». Enciclopedia Espasa 27. Barcelona: Espasa-Calpe. 1925.