Los incendios forestales en Bolivia de 2020 ocurrieron en los bosques de Bolivia, afectando inicialmente al Parque nacional Otuquis.[1] Los primeros focos fueron detectados el viernes 13 de marzo, según el Servicio Nacional de Áreas Protegidas el fuego ingresó al país a través de la frontera con Brasil.
Antecedentes
El año anterior (2019) Bolivia sufrió un incendio forestal de grandes proporciones. El epicentro se registró en el Bosque Chiquitano, afectando a poblaciones como Roboré, Puerto Busch, y San Ignacio de Velasco, entre otros municipios.[2]
Desarrollo
Entre enero y mayo de 2020 se registraron 80 % más focos de calor que durante el mismo periodo en 2019.[3]
Hasta julio de 2020 los incendios en áreas protegidas y en el bosque Chiquitano.[4]
Al 31 de julio, se perdieron 40 000 hectáreas en el parque nacional Otuquis.[5]
El Observatorio del Bosque Chiquitano registró una cantidad de 187 focos de calor en el Departamento de Santa Cruz, afectando a varias áreas protegidas como la Reserva Municipal Copaibo, el parque nacional Noel Kempff Mercado y el Área Natural de Manejo de Integrado (ANMI) San Matías. El 15 de septiembre, la presidenta de Bolivia, Jeanine Añez, después de un sobrevuelo a las zonas afectadas, declaró el estado de emergencia nacional.[6] “La atención del incendio como emergencia nacional nos va a permitir actuar sin trabas burocráticas y movilizando todos los recursos para que el fuego no avance, para frenar el fuego y así que nosotros tengamos la oportunidad y la opción de cuidar nuestra flora y fauna”, dijo la mandataria interina durante un acto público en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.
Se identificaron 27 152 fuentes de calor entre el 28 de septiembre y el 4 de octubre, 10 562 de ellos están en áreas sin cobertura y 16 590 en áreas con bosques y matorrales. Esto significa que existieron 3879 focos en promedio diario, 22 % más que el año anterior.[7]
Véase también
Referencias