Fue identificado en ocasiones con la deidad Virtus y en ocasiones se representaba conjuntamente con ella.
Templo de Honos
Un templo romano dedicado a Honos el 17 de julio de 234 a. C. fue construido por Quinto Fabio Máximo, después de la guerra con los ligures[1] en las cercanías de Porta Capena de Roma. En el 222 a. C., tras la batalla de Clastidium y la captura de Siracusa por los romanos en la segunda guerra púnica, el cónsulMarco Claudio Marcelo, hizo votos para la construcción de un templo dedicado conjuntamente a Honos y Virtus, intentando ampliar el existente Templo de Honos para dedicarlo a ambos dioses en el 208 a. C.. Al prohibir el Colegio de Pontífices esta ampliación para ser utilizado por dos deidades, Marcelo restauró el templo de Honos y construyó una nueva parte para Virtus, haciendo un doble santuario.[2]
Fue dedicado por su hijo en el 205 a. C. y contenía multitud de tesoros traídos por Marcelo desde Siracusa. También contenía la antigua capilla de bronce, que se supone que databa de la época de Numa, el aedicula Camenarum, que fue posteriormente trasladado al templo de Hércules y las Musas.
Referencias
↑Cicerón, Sobre la naturaleza de los dioses II,61.
↑Tito Livio XXVII,25; Plutarco, Vida de Marcelo 28.