La historieta o cómic canadiense ha vivido siempre a la sombra de la de su poderoso vecino, pero ha contado siempre con una tradición propia de humor gráfico y con breves períodos de auge en otros sectores: El del comic book en la primera mitad de los años 40 o el de la novela gráfica actualmente.
Historia
Orígenes (1849-)
El modelo de la revista británica Punch (1841) fue imitado también en Canadá, dando lugar Punch in Canada (01/01/1941). Entre los pioneros de este nuevo medio destaca Alberic Bourgeois, creador de Les Aventures de Toinon (1905-1908), entre otras series.
El breve auge del comic-book canadiense (1941-45)
El 6 de diciembre de 1940, la War Exchange Conservation Act declaró ilegal la importación de comic-book estadounidenses con el fin de ahorrar las valiosas divisas, permitiendo así el florecimiento de la producción autóctona.[1] Destacaron las siguientes empresas:
Bell Publishing: Wow Comics (07/1941), Active Comics y Dime Comics (02/1942), Joke Comics (03/1942), Commando Comics y Funny Comics" (10/1942);
Anglo-American: Robin Hood and Company Comics (1942) y Gran Slam, todas a color;
Maple Leaf Publishing Compay: Better Comics (1943), Lucky Comics, Bing-Bang Comics y Rocket Comics.[2]
El cómic alternativo (1977-)
A finales de 1970 se intentó revivir el género de los superhéroes con la creación de Capitán Canuck, pero el cómic de más éxito de estos años ha sido Cerebus the Aardvark de Dave Sim (1977-2004).