La historia de la República de China en Taiwán es la historia de Taiwán desde 25 de octubre de 1945 hasta el presente, periodo en el que el lugar es una entidad política conocida como República de China o simplemente Taiwán.
En Taiwán se refugiaron en 7 de diciembre de 1949 alrededor de dos millones de chinos vinculados al partido nacionalista Kuomintang, que dominaba los órganos de poder de la República, y que han mantenido en la isla las instituciones de gobierno originalmente establecidas en el continente. Este artículo trata de la historia de la República de China a partir del momento histórico en que perdió el control sobre la China continental y continuó su existencia en Taiwán.
Tras verse obligado a abandonar la China continental, vencido por los comunistas de Mao Zedong, el generalísimo Chiang Kai-shek reorganizó la cúpula del partido nacionalista Kuomintang en la isla de Taiwán, adonde ya meses antes de la derrota definitiva se habían trasladado muchos miembros de la administración del estado republicano, en busca de un lugar seguro desde donde poder organizar la lucha contra las tropas del Partido Comunista de China, que avanzaban en su marcha hacia la victoria total. "Este grupo de personas, al que se conoce como chinos continentales y que contaba con cerca de millón y medio de personas, dominó la política taiwanesa durante muchos años, aunque sólo representa el 14% de la población[1]".
La isla no fue afectada por la destrucción durante la Segunda Guerra Mundial. A su llegada, los soldados chinos quedaron asombrados y describieron un país desarrollado y casi intacto. Sin embargo, pronto apareció la escasez de alimentos y se extendieron las epidemias de peste bubónica y cólera. El tiroteo de un civil el 28 de febrero de 1947 desencadenó disturbios en toda la isla, que fue suprimida con fuerza militar en lo que ahora se llama el incidente del 28 de febrero. Las estimaciones principales del número de muertos varían de 18 000 a 50 000.
La victoria de los comunistas en la guerra civil empujó al exilio taiwanés a unos dos millones de chinos del continente. Las instituciones de la República de China, con su constitución aprobada en 1947, mantuvieron su existencia en la pequeña isla. Oficialmente, el estado encabezado por Chiang Kai-shek, que había recuperado el cargo de Presidente de la República (tras el breve mandato de Li Zongren), se mantenía en estado de guerra debido a lo que oficialmente se designó como "rebelión comunista" en la China continental. La ciudad de Taipéi, centro político y administrativo de la isla de Taiwán desde el final del siglo XIX (Siglo decimonoveno), fue declarada capital provisional de la República de China, mientras que la capital constitucional seguía y sigue siendo la ciudad continental de Nankín.
A pesar de la superioridad militar del bando comunista al final de 1949, el estallido de la Guerra de Corea llevó a los Estados Unidos, temerosos de una expansión comunista en Asia Oriental, a ofrecer apoyo militar a Taiwán. Este apoyo estadounidense, consistente en tropas estacionadas en la isla, junto a los navíos de la Séptima Flota de la marina que patrullaban el Estrecho de Taiwán, evitó que la República Popular intentara la invasión de la isla.
La República de China se encontraba oficialmente en guerra tras 1949, lo cual puso en suspenso muchas de las garantías constitucionales consagradas en la constitución de 1947 en materia de derechos humanos, civiles y políticos. La ley marcial se mantendría en vigor en la isla hasta el 15 de julio de 1987. Durante todo este tiempo, el régimen de Chiang Kai-shek ejerció un gobierno autoritario, bajo la amenaza constante de una posible invasión por parte de la República Popular China. El carácter autoritario del régimen se apoyó en la existencia de una policía política a la que se ha acusado de numerosas violaciones de derechos humanos, principalmente detenciones de opositores políticos partidarios de la independencia de Taiwán. Esta policía política estuvo dirigida por Chiang Ching-kuo, hijo de Chiang Kai-shek.
Mientras en el plano político el régimen instalado en Taiwán ejerció un gobierno de marcado carácter autoritario durante la presidencia de Chiang Kai-shek, la economía taiwanesa vivió una etapa de esplendor, con un intenso crecimiento que, en un primer momento, fue impulsado por la reforma agraria que llevó a cabo el gobierno en los primeros años de su etapa taiwanesa. Esta reforma agraria dio lugar a un crecimiento muy destacado en la capacidad productiva del campo taiwanés, lo cual redundaría en una mejora sustancial del nivel de vida en el medio rural.
Sobre todo en los años 50 y 60, Taiwán fue, junto con Corea del Sur e Israel, uno de los países que recibió una ayuda económica masiva de Estados Unidos y de las instituciones financieras internacionales.[2]
El gobierno de Chiang Kai-shek mantuvo su oposición a cualquier tipo de reconocimiento del régimen comunista de la República Popular insistiendo en que la República de China era la única y verdadera China, la "China libre". Mientras que los países del bloque socialista reconocieron a la República Popular ya en 1949, muchos países del mundo continuaron reconociendo a la República de China como gobierno legítimo de toda China hasta los años 1970. Esto permitió al gobierno del Kuomintang mantener el asiento correspondiente a China en las Naciones Unidas hasta 1971. Durante este tiempo, la República de China se negó a permitir cualquier tipo de acceso a las Naciones Unidas tanto de la República Popular China como de la República Popular de Mongolia (actual República de Mongolia), esta última considerada también territorio chino por la constitución de 1947. El 23 de noviembre de 1971, el asiento correspondiente a China en las Naciones Unidas pasó a ser ocupado por la República Popular China.
Las reformas democráticas de Chiang Ching-kuo
Tras la muerte de Chiang Kai-shek en 1975, el vicepresidente Yen Chia-kan asumió el cargo de presidente. Sin embargo, el auténtico hombre fuerte del régimen era Chiang Ching-kuo, que relevó a su padre como presidente del partido y accedería también a la presidencia de la República en mayo de 1978, tras sustituir finalmente a Yen Chia-kan.
Durante la época de gobierno de Chiang Ching-kuo se aceleró el crecimiento económico, lo cual llevó a que Taiwán pasara a ser uno de los territorios más industrializados y desarrollados de Asia. Esta transformación económica, unida a una aceptación creciente de que el régimen de la república nunca volvería a controlar el continente chino, llevaron a un progresivo levantamiento de las medidas represivas, y se comenzaron a tolerar las opiniones discrepantes con la línea oficial así como las reuniones de movimientos de oposición al Kuomintang.
En diciembre de 1978, el presidente de los Estados Unidos Jimmy Carter anunció que Estados Unidos dejaba de reconocer a la República de China como gobierno legítimo de China, transfiriendo el reconocimiento diplomático a la República Popular China, como ya habían hecho las Naciones Unidas y la mayor parte de los países del mundo. A pesar de que Estados Unidos reconoció finalmente a la República Popular China, el Congreso estadounidense aprobó la Ley de Relaciones con Taiwán, que confirmaba la continuación del apoyo militar a la República de China.
En 1979, activistas pro-democracia intentaron atraer la atención de los medios de comunicación internacionales a la situación de los ciudadanos taiwanéses bajo las brutales políticas nacionalistas. El Día de los Derechos Humanos, el 10 de diciembre de ese año, los activistas protagonizaron protestas a gran escala en la ciudad de Kaohsiung, exigiendo que se pusiera fin a la ley marcial, y a las políticas represivas del gobierno nacionalista. Estas manifestaciones fueron rápidamente sofocadas por la policía, y los líderes de la protesta fueron detenidos, acusados de sedición, y algunos condenados a cadena perpetua.
Así, tras tres décadas de separación, la ensoñación de Chiang Kai-shek de que el sistema comunista acabaría derrumbándose en el continente y que la República de China volvería victoriosa a asumir el control sobre toda China dio paso a una época de apertura y realismo político en la que los dirigentes de la República de China comenzaron a asumir su condición de gobierno de Taiwán. La ley marcial fue levantada el 15 de julio de 1987, y Chiang Ching-kuo murió el 13 de enero de 1988.
La democratización liberal de Taiwán
Tras la muerte de Chiang Ching-kuo, su sucesor Lee Teng-hui, taiwanés de nacimiento y educado en Japón, aceleró las reformas democráticas y, a pesar de su condición de líder del partido nacionalista chino Kuomintang, promovió desde el poder la reafirmación de una identidad taiwanesa diferenciada de China.
La continuación de las reformas democráticas en Taiwán llevó a la legalización de los partidos políticos de oposición. Estas reformas culminaron en las elecciones presidenciales de 1996, en las que, por primera vez, los taiwaneses pudieron elegir a su presidente por sufragio universal. En esas elecciones, Lee Teng-hui fue reelegido como presidente de la República de China.
En el año 2000, se celebraron las segundas elecciones presidenciales, que fueron ganadas por Chen Shui-bian, líder del Partido Progresista Democrático formada por varios partidos de oposición partidarios de la independencia formal de Taiwán. De esta manera, el Kuomintang era desalojado de la presidencia por primera vez desde el establecimiento de la República de China en la isla. Muchos seguidores del Kuomintang culparon de la derrota al presidente saliente Lee Teng-hui, acusándolo de deslealtad al apoyar las posiciones independentistas de la oposición en contra de la ideología de su propio partido. Lee acabaría abandonando el Kuomintang y fundando su propio partido de ideología marcadamente independentista.
El presidente Chen Shui-bian y la vicepresidenta Annette Lu fueron reelegidos en las elecciones del año 2004, marcadas como en ocasiones anteriores por las amenazas de la República Popular China de invadir Taiwán en caso de una declaración formal de independencia. Con las elecciones legislativas del 11 de diciembre de 2004 en Taiwán la coalición pan-azul (favorable a una eventual reunificación con China) liderada por el Kuomintang ganó 114 escaños en el Yuan legislativo frente a los 101 de la coalición pan-verde (favorable a la independencia de Taiwán) liderada por el Partido Democrático Progresista. El 14 de marzo de 2005, la República Popular China aprobó la ley antisecesión que contempla la intervención armada en caso de una declaración formal de independencia de Taiwán. Estos acontecimientos han llevado a una suavización de la retórica independentista de los actuales gobernantes de Taiwán. La opinión mayoritaria en la isla parece favorecer el mantenimiento del statu quo en el futuro.
Entre el 26 de abril y el 5 de mayo de 2005 el Kuomintang realizó un viaje histórico a la República Popular China llamado también "visita de paz a China" y sus militantes se encontraron con el presidente de China Hu Jintao y con varios miembros del Partido Comunista de China y ambos se comprometieron a trabajar juntos por la reunificación pacífica de China y Taiwán.
En las elecciones legislativas del 12 de enero de 2008, el Kuomintang consiguió 81 de los 113 escaños legislativos frente a 27 del gobernante Partido Demócrata Progresista.
En las elecciones presidenciales de 2008, los votantes eligieron presidente a Ma Ying-jeou, el candidato perteneciente al Kuomintang. Se cree que esto muestra el deseo de los taiwaneses de unas relaciones menos tensas con China, y también quizá la decepción tras el gobierno de Chen Shui-bian (que actualmente cumple condena de 20 años por malversación de fondos) y del Partido Democrático Progresista (o PDP). En 2012, la victoria del partido unionista (el Kuomintang) del presidente Ma parece haber relanzado un proceso de diálogo que podría terminar con las continuas tensiones entre los dos países.
El oficialista Partido Kuomintang de Taiwán, próximo a China, ganó 64 escaños del Yuan legislativo con el 44.5% de los votos en las elecciones legislativas taiwanesas de 2012
Es importante que alguien siga aportando la historia de Taiwán a partir del año 2012.
Taiwán es desde hace 70 años lo que muchos describirían como un auténtico quebradero de cabeza internacional. De hecho ni siquiera hay consenso con su nombre, ya que también se llama República de China.[3]. “Hay una China según el gobierno de la República Popular es el único legítimo y Taiwán es parte de China”, señala el Ministerio de Exteriores en Beijing[4]. Sin embargo, Taiwán es un país independiente con soberanía, el cual lleva muchos años viviendo con soberanía, autonomía y democracia, una china libre. Por lo que la opinión de aquellos que viven en ese territorio, es lo que cuenta.
Hoy en día, Taiwán solo es reconocido oficialmente por 23 países pequeños, principalmente de América Central y África. Taiwán ocupó el asiento de China en las Naciones Unidas hasta 1971, desde entonces Taiwán no ha tenido representación en las Naciones Unidas.[5] Aunque el triunfo del movimiento independentista de Taiwán tiene el potencial de cambiar parcialmente el conflicto con la República Popular China ya que sería “la única China”, no disuadiría a Pekín de reclamar la isla de Taiwán y el resto de los territorios controlados.[6].