Según se lee en la Ilíada, Hecamede fue una hija de Arsínoo capturada en la isla de Ténedos y entregada como cautiva al rey Néstor.
En la obra de Homero, Hecamede aparece por primera vez durante el Canto XI, cuando Néstor y Macaón llegan a la tienda del primero tras la batalla que había acontecido.