Grumbates es mencionado por Amiano Marcelino como causa de gran preocupación entre los persas. Entre 353 y 358 d. C. Grumbates atacó las fronteras orientales de Sapor II junto con otras tribus nómadas. Después de una lucha prolongada fueron forzados a concluir una paz y Grumbates acompañó a Sapor II en su siguiente guerra contra los romanos. Las victorias de los quionitas durante sus campañas en al oriente del mar Caspio fueron descritas por Amiano Marcelino:[1]
Grumbates Chionitarum rex novus aetate quidem media rugosisque membris sed mente quadam grandifica multisque victoriarum insignibus nobilis.
"Grumbates, el nuevo rey de los Chionitas, aunque era de mediana edad y sus miembros ya presentaban arrugas, estaba dotado con una mente grandiosa y fue conocido por sus muchas y significadas victorias."