1934: Ronald M. Foster comienza a coleccionar ejemplos de grafos simétricos cúbicos, con lo que se daría inicio al Censo de Foster.[1]
1971: William Tutte conjetura que todos los grafos bicúbicos son ciclos hamiltonianos. Sin embargo, Horton halla un contraejemplo de 96-vértices.
2003: Petr Hliněný demuestra que el problema de encontrar el número de cruzamiento (el mínimo número de aristas que se cruzan en un grafo dado) de un grafo cúbico es NP-hard, a pesar de que tienen un grado pequeño. Existen, no obstante, algoritmos de aproximación prácticos para encontrar el número de cruzamiento de grafos cúbicos.