En 1892, con la reelección de Rafael Núñez en el cargo de presidente, Caro fue elegido vicepresidente. Sin embargo, debido a complicaciones de su salud, Núñez no pudo asumir el poder, por lo que Caro se encargó de la presidencia. Dos años después, Núñez falleció.
Caro ejerció el poder desde el 7 de agosto de 1892 hasta el 7 de agosto de 1898. Curiosamente, a pesar de haber extendido su gobierno en uno de los mandatos más largos de la historia de Colombia, nunca utilizó el título de presidente, sino el de vicepresidente encargado del Poder Ejecutivo, por respeto a Núñez.[2]
Gabinete ministerial
Gabinete ministerial del gobierno de Miguel Antonio Caro
Con la oposición de economistas le arrebato la producción de licores a las regiones y restauro el impuesto al estanco de tabaco, otorgándole al Estado un efectivo monopolio sobre su producción y comercialización.[7]
Orden público
Ejerció el poder de manera dogmática y represiva contra el partido liberal a cuyos líderes sometió al panóptico, al destierro y al fusilamiento.[7]
En su mandato, Caro efectuó la nacionalización de la producción de licores y posteriormente, en 1893, restauró el impuesto al estanco de tabaco. A causa de esto, se desató en Bogotá una ola de agitación política a principios de 1893, cuando los partidos se alzaron y tuvieron a la ciudad prácticamente en sus manos, en días de violentos asaltos y choques con la Fuerza Pública. El general Antonio Basilio Cuervo, ministro de Gobierno, logró el retorno a la normalidad. Otro intento de rebelión por parte de los artesanos, fue abortado por la Policía en 1894.[1]
Según se erosionaba la base del poder ostentada por el Partido Nacional, que ya parecía ser minoría en la Cámara de Representantes, Caro se vio obligado a exigir que Rafael Núñez asumiera el poder. Sin embargo, Núñez falleció el 18 de septiembre de 1894, mientras organizaba su regreso a Bogotá.
Censura y represión a la prensa
Amparado por la Ley 61 de 1888 (ley de los caballos), la cual censuró a la prensa opositora que criticaba las acciones del gobierno,[8]y por el Decreto 151 de 1888,[9]el gobierno de Miguel Antonio Caro censuro a la prensa opositora a su gobierno y a la iglesia. En agosto de 1893, ordenó el cierre indefinido del periódico “El Relator” y el destierro de Santiago Pérez acusándolo de que sus artículos habían provocado el levantamiento en armas de Avelino Rosas en Barranquilla.[10]Posteriormente cerró “El Correo Nacional” en 1894, por las denuncias de Carlos Martínez Silva y selló la definitiva ruptura entre los conservadores nacionalistas e históricos. Fueron suspendidos “La siesta” de Juan de Dios Uribe y Antonio José Restrepo, “El Liberal” de Nicolás de Esguerra y “El Constitucional” de Juan Bautista Pérez y Soto.[11] En 1897, fue encarcelado por 30 días al director del periódico «El Constitucional» y fueron suspendidas sus publicaciones por seis meses.[12] Para 1898 el periódico liberal “La Crónica” denunció que el gobierno monopolizó la venta y fabricación de fósforos. Por esta denuncia el periódico fue suspendido por seis meses.[11]
El 29 de enero de 1895, los liberales se levantaron bajo el mando del General Siervo Sarmiento.
En 1895 tuvo lugar una revolución en la que fuerzas liberales se levantaron contra el gobierno. Caro llamó entonces al general Rafael Reyes y lo puso al frente de los ejércitos legitimistas. Reyes planeó una campaña relámpago que inició en la Batalla de La Tribuna, adelante de Facatativá, bajó al Magdalena, siguió hasta la Costa Caribe y entró por allí a Santander, donde estaba el foco de la revuelta, acabando finalmente con la guerra en la Batalla de Enciso.[14]
Gobierno de los cinco días
Otro hecho que tuvo lugar bajo su mandato fue el del llamado gobierno de los Cinco Días. Caro se había retirado a la hacienda de Casablanca, en Sopó, y había dejado encargado del gobierno al general Guillermo Quintero Calderón, como designado a la Presidencia. Quintero Calderón había tomado ya el partido de los conservadores históricos, y nombró un gabinete encabezado por Abraham Moreno, figura destacada de éstos en Antioquia. Al darse cuenta Caro de la orientación que se quería dar al gobierno, sacando a los nacionalistas, reasumió el mando en Sopó y puso en manos del general Manuel Casabianca, nombrado por él ministro de Gobierno y de Guerra, el trabajo de restablecer el orden, dentro de los marcos de inspiración nacionalista de su gobierno.[14]
Misión Militar Francesa
Luego de la guerra civil de 1895 el presidente Caro contrata una misión militar francesa con el propósito de fortalecer el ejército y la policía, igualmente se aumento el pie de fuerza del ejército y el presupuesto.[15]
Relaciones exteriores
En julio de 1892 fue aprobado un Tratado de amistad, comercio y navegación con el Imperio Alemán.[16]
En diciembre de 1892 fue aprobado un Tratado de amistad, comercio y navegación con el Reino de Italia.[17]
Sociedad
Fue inaugurado el Teatro Colón el 12 de octubre de 1892 para conmemorar el cuarto centenario del descubrimiento de América.[18]
Oposición y controversias
Además de la oposición liberal, tuvo que enfrentar la oposición de los conservadores históricos, que se recrudeció hacia 1897. Liderados por Carlos Martínez Silva en Bogotá y por Marceliano Vélez en Medellín, los conservadores tradicionales, bajo la bandera del historicismo político, consideraban traicionadas las glorias del pasado por las ideas sostenidas por Núñez y Caro en sus años de gobierno.[19]
Injerencia en las elecciones de 1898
Para 1897, las fricciones entre los liberales y los conservadores eran cada vez más delicadas. El expresidente liberal Aquileo Parra se reunió con Caro para negociar un acuerdo pacífico que beneficiara directamente la armonía de las próximas elecciones presidenciales. Caro se comprometió a no presentarse como candidato presidencial, más no renunciaría así a sus ambiciones políticas.[20][21]
Caro convenció al octogenario abogado conservador Manuel Antonio Sanclemente y al anciano literato también conservador José Manuel Marroquín, de presentarse a las elecciones. Su intención era mantener su influencia política, dada la avanzada edad de ambos políticos, lo cual representaba una verdadera mofa nacional, según prensa de la época.[22] Los nacionalistas se presentaron a los comicios, con la dupla de liberales Miguel Samper Agudelo y el general Foción Soto, siendo la victoria por un amplio margen de los ancianos conservadores. Caro "entregó" el poder a Sanclemente el 7 de agosto de 1898.
↑Delgado, Luis Martínez (1980). Jorge Holguín : o, El político. Departamento de Divulgación y Publicidad de la Caja Agraria. Consultado el 13 de julio de 2024.