Aunque en origen pensado para exponer tapices y carruajes, finalmente está destinado a albergar, también, objetos suntuarios, mobiliario, escultura, elementos arquitectónicos, pinturas y otras piezas de arte o históricas que los distintos reyes de España fueron atesorando a lo largo de su historia.
Historia
Orígenes
Durante el siglo XIX, el Patrimonio de la Corona fue abriendo progresivamente varios museos en los cuales se exponían los más preciados bienes que habían ido coleccionando los monarcas a lo largo de los siglos. En primer lugar se abrió el Real Museo del Pintura y Escultura (1819), luego rebautizado como Museo del Prado, y posteriormente la Real Armería (1849). Paralelamente, también la colección de carruajes reales podía visitarse con un permiso especial en las Reales Caballerizas, no obstante, pese a largos debates, jamás llegó a abrirse un Museo de Tapices en el Monasterio de El Escorial.
La proclamación de la Segunda República trajo consigo la disolución del Patrimonio de la Corona y la formación del Patrimonio de la República, que quiso dar un nuevo impulso a la exhibición pública de las antiguas colecciones reales. Asimismo, el controvertido derribo de las Reales Caballerizas entre 1931 y 1934 supuso la necesidad de encontrar un nuevo acomodo a las colecciones de carruajes reales. En marzo de 1934, un decreto creó el Museo Nacional del Coche y en mayo se convocó un concurso para edificar una nueva sede en la calle Bailén y anexa al Palacio del Almirantazgo para el Museo del Coche y del Arte Popular. El concurso presentó desde el inicio serios problemas, como el acomodo de dos museos distintos gestionados por administraciones distintas en un mismo edificio o el constante cambio de denominación del Museo de Arte Popular.[2][3]
Finalmente, un decreto del 5 de mayo de 1936 estableció la creación de un Museo de Armas y Tapices, que también incluiría alfombras, coches y arreos, recuerdos históricos, objetos que completasen series numeradas y cuadros, dibujos, estampas, maquetas y libros que sirvieran para documentar los fondos del museo. Su sede sería la misma que la planteada en el concurso de 1934.[4]
El inicio de la Guerra Civil paralizó el proyecto, que fue retomado, aunque sin concretarse, en 1950 y 1980.[5]
Diseño y construcción
Patrimonio Nacional planteó por primera vez la idea de erigir el museo en 1998, retomando la idea de crear un nuevo museo de carruajes pero que expusiera además las obras de arte, joyas y tapices de las dinastías que reinaron en España en los últimos siglos, los Austrias y los Borbones. En 1999 se celebró un concurso para la edificación del museo, que ganó el estudio Cano Lasso, previendo la construcción de un edificio de 33.000 metros cuadrados soterrado entre la plaza de la Armería y La Almudena. No obstante, el concurso fue recurrido, y en 2002, la Audiencia Nacional obligó a su repetición.[5]
El nuevo concurso de 2002 fue ganado por el proyecto presentado por los arquitectos Emilio Tuñón y Luis Moreno Mansilla (Mansilla + Tuñón), y finalmente en 2006 comenzaron las obras de construcción.[6] Los trabajos sufrieron demoras de "un año y tres meses" debido al hallazgo de restos arqueológicos en la zona.[7][8] Además, el Estado tuvo que aumentar considerablemente el presupuesto destinado inicialmente a la obra, siendo el presupuesto inicial de 60 millones de euros, ascendió a 130 millones en 2010, y a 200 en 2012, año en que el Gobierno realizó un ajuste reduciendo el coste final a 154,8 millones de euros.[9]
En diciembre de 2015, Patrimonio Nacional recibió el edificio ya terminado.[10]
La fachada principal se remata en granito del tipo Gris Quintana. Este proyecto utiliza piedras de grandes dimensiones que tuvieron que ser vaciadas en su interior para forrar la estructura de hormigón armado. La colocación de estas grandes piezas fue una labor muy compleja para la que hubo que crear un útil a medida,[11] lo que se tradujo en una puesta en obra de la primera piedra como un acto decisivo. También se fabricaron en el mismo granito peldaños macizos, vierteaguas, tapas de grandes dimensiones y remates a medida. No obstante, el granito negro que debía pavimentar el interior, no se instaló finalmente debido a las reducciones presupuestarias de 2012.[12]
Proceso de apertura
Concluidas las obras del edificio en 2015, restaba el acondicionamiento interior y la museografía. La fecha de apertura, no obstante, fijada en origen para 2014,[5] se pospuso en varias ocasiones: a finales de 2015 o 2016,[9] 2018,[13] 2020[14] y 2022.[15] Finalmente, en junio de este último año, se anunció que abriría en verano de 2023 bajo el nombre de «Galería de las Colecciones Reales».[16][17]
A lo largo de estos años, el plan museográfico también ha sufrido importantes modificaciones. Según el decreto de 1998, el museo debía exponer las colecciones de forma temática: los tapices (9.500 m²),[18] los carruajes y vehículos históricos (8.000 m²)[19] y las artes palatinas o suntuarias (7.000 m²).[20] No obstante, en 2016, José Luis Díez, nuevo director de Colecciones Reales, presentó un nuevo proyecto expositivo en el que se seguía un recorrido cronológico por reinados: las dinastías medievales y los Austrias en el primer nivel (-1), los Borbones en el segundo nivel (-2) y las exposiciones temporales en el tercer nivel (-3). Asimismo, el nivel superior (0), a nivel de la Plaza de la Armería, se destinaría a recepción de visitantes, y el inferior (-4), a ras del Campo del Moro, a los almacenes.[21]
Inauguración
La Galería se abrió al público el 28 de junio de 2023. Aunque inicialmente se planteó la inauguración de la Galería en junio de 2023 con un acto presidido por los reyes Felipe y Letizia,[22] para evitar interferir con la campaña electoral de las elecciones generales anticipadas este acto oficial se aplazó al 25 de julio de 2023[23] si bien la Galería se abrió al público en la fecha inicial prevista, el 28 de junio de ese año.[24]
En el primer año de funcionamiento, cerca de 700 000 personas visitaron el museo.[25]
Obras
La primera muestra de la colección instalada en el nuevo museo fue un grupo de cuatro enormes columnas salomónicas de José de Churriguera y Francisco de Herrera el Mozo, construidas en madera y decoradas con pan de oro y lapislázuli, de 600 kilos cada una.[26] Entre las 650 piezas, entre pinturas, mobiliario y maquetas que se exponen en el Museo de forma permanente o temporal destacan:
La familia de Juan Carlos I, gran retrato colectivo pintado por Antonio López García, iba a incluirse en el nuevo museo, pero se ha decidido que permanezca en el Salón de Alabarderos del vecino Palacio Real.
↑A elegir entre 600 abanicos, 15.000 piezas de arte sacro, 800 de platería, 50.000 de porcelana y cristal y 500 relojes, sin olvidar las ingentes colecciones de muebles.
Cabello-Carro, Paz (2014). «Del Patrimonio de la Corona hasta el actual Patrimonio Nacional (1819-1950)». Patrimonio cultural y derecho18. Madrid: Fundación AENA.