Gótico francés, gótico de Francia o gótico en Francia son denominaciones historiográficas[1] para referirse a las producciones artísticas del periodo correspondiente al arte gótico (de finales del siglo XII comienzos del siglo XVI) en el espacio del reino de Francia en la Edad Media, cuyas dimensiones eran más reducidas que las de la Francia posterior, limitando hacia el este mucho antes del Rin con el Estado borgoñón y el Sacro Imperio Romano Germánico; hacia el suroeste mucho antes de los Pirineos con el ducado de Aquitania, y hacia el sureste mucho antes de los Alpes con el condado de Provenza. Tampoco Bretaña o Normandía estaban incorporadas a la Corona francesa más que mediante una teórica dependencia vasallática. No obstante, la fuerte homogeneidad cultural de la Europa de la época hacía que las formas artísticas traspasaran con facilidad las fronteras políticas, lo que permite hablar de «estilos internacionales» (como el llamado gótico internacional). Además, el propio gótico nace como estilo arquitectónico en la región parisina, expandiéndose desde allí al resto de Europa.
La pervivencia del Gótico en Francia coexistió con la recepción de las formas del Renacimiento italiano, que, como en el resto de Europa al norte de los Alpes, dio lugar al denominado Renacimiento nórdico a partir del siglo XVI (en su caso, Renacimiento francés).
Tanto el arco ojival como la bóveda de crucería existían previamente, pero la utilización de estos elementos estructurales en el sentido que les dio la arquitectura gótica parece ser una innovación que se produjo a mediados del siglo XII en el entorno de Suger, abad de Saint Denis, en las proximidades de París. La construcción del coro y de la fachada de la basílica de Saint-Denis (14 de julio de 1140) y de la catedral de Sens (desde 1140) se consideran generalmente como los primeros hitos mayores en la génesis de la estética gótica en arquitectura.[6] Su identificación con la región (Île-de-France y Picardía -catedrales de Noyon,[7] desde 1145, y de Laon, desde 1155-) hizo que el estilo, que se difundió en los años siguientes por las regiones colindantes y luego por toda Europa, fuera denominado en la época como opus francigenum.
Como era propio de la época medieval, los maestros de obras eran tanto escultores como canteros y arquitectos.
La rigidez de la plástica románica se suavizó en un estilo más naturalista, que permite las expresiones faciales y corporales. Las figuras de la Virgen y el Niño abandonan su posición habitual (el trono de la Theotokos) para relacionarse más dinámicamente.[10] La escultura del final de la Edad Media correspondió a las formas retorcidas del estilo flamboyant ("flamígero").
Pórticos
En los pórticos de tres templos monumentales de la zona de Île de France (Saint-Denis, Etampes y Chartres), se inauguró (entre las décadas de 1130 y 1170 -o bien ya presente en prácticas del arte provincial francés antes de 1140-[11]
Pórtico real (portail royal) de la colegiata de Notre-Dame-du-Fort de Étampes.
Detalle del friso de la izquierda.
Detalle de la parte superior.
Estatuas-columnas de la izquierda, con el Moisés.
Ídem, derecha.
Monumentos funerarios
En el interior de los templos, los monumentos funerarios experimentaron un notable desarrollo; los de los reyes de Francia se situaron en la necrópolis real de la basílica de Saint Denis (hay que tener en cuenta que algunos reyes tienen su cuerpo en una sepultura -tombeau de corps- y su corazón -tombeau de coeur- u otras entrañas -tombeau d'entraille-, que incluso llega a haber cenotafios sin cadáver y que muchas sufrieron traslados y deterioros, sobre todo durante la Revolución francesa); mientras que algunos de los reyes de Inglaterra lo hicieron en la abadía de Fontevraud y algunos de los duques de Borgoña lo hicieron en la cartuja de Champmol (hoy conservados en el Palacio Ducal de Dijon -Grand Salle-); los de los duques de Bretaña están dispersos. Los gisants (retratos funerarios en posición yacente sobre un sarcófago, que puede estar adosado a un muro, cobijado bajo un enfeu o bien exhibirse exento en medio del espacio de una capilla) se hacen menos rígidos y más "naturalistas" que los de época románica; al final de la Edad Media incluso abandonan la posición yacente y se disponen como priant ("orante", arrodillados y con las manos en ademán de rezar). En ocasiones se acompañan de pleurants ("llorantes" o plañideros")
Tumba del Duque de Berry en la Sainte Chapelle de Bourges (1370).
Maestro de Saint Chéron o de los Santos Guerreros[12] (identificado por esculturas y vidrieras en la catedral de Chartres), Maestro de Naumburgo (posiblemente formado en la región de Picardía, trabajó en Noyon, Amiens y Reims, y puede que en Metz antes de pasar a Maguncia -1230-, Merseburg y Naumburgo) y Pierre Rossignon (posiblemente formado en París, trabajó con el Maestro de Naumburgo en el coro occidental de la catedral de Maguncia).
Escultores del siglo XIV
Maestro de Saint Chéron o de los Santos Guerreros[12] (identificado por esculturas y vidrieras en la catedral de Chartres), Maestro de Naumburgo (posiblemente formado en la región de Picardía, trabajó en Noyon, Amiens y Reims, y puede que en Metz antes de pasar a Maguncia -1230-, Merseburg y Naumburgo) y Pierre Rossignon (posiblemente formado en París, trabajó con el Maestro de Naumburgo en el coro occidental de la catedral de Maguncia).
Capilla de los Mártires de Chartres.
Esculturas de la jamba izquierda del pórtico izquierdo del trasepto sur ("pórtico de los Mártires")
Gisants de Carlos IV y Juana de Evreux, procedentes de Maubuisson, actualmente en el Louvre : "Charles IV le Bel (mort en 1328) et Jeanne d'Évreux (morte en 1371), sa femme, tenant chacun un sac contenant leurs entrailles"-.
Ídem (en la "lista de gisants" aparece localizado en Saint Denis, entre 1328 y 1329,
Gisant de Carlos V en Rouen.
Gisant de Felipa de Hainault en Westminster.
El vis del Louvre y el beau pilier de Amiens
Un destacado programa escultórico, realizado entre 1364 y 1366, fue encargado por el rey Carlos V para el Palacio del Louvre de París, pero solo se conserva en descripciones literarias, puesto que fue destruido en las reformas posteriores; era el famoso vis, una escalera en hors d'oeuvre, construida por el arquitecto Raymond du Temple y decorada con diez grandes estatuas de piedra: las del rey y la reina, a cargo de Juan de Lieja, de los duques de Orleans y de Anjou, realizadas conjuntamente por de Jean de Launay[13] y Jean de Saint-Romain,[14] y las de los duques de Berry y Borgoña, por Jacques de Chartres y Guy de Dammartin. El extraordinario taller se dispersó nada más terminarse la obra.[15] Relacionado con la vis del Louvre se considera el Beau pilier (torre norte de la catedral de Amiens, 1375), cuyas figuras se atribuyen a un Maestro del bello pilar de Amiens Jacques Baudoin,[16]
Estampa (Gabinete de estampas de la BNF) de la tumba de Carlos "el Temerario" (duque de Borgoña, muerto en 1477).
Nacimiento de Eva, en el pórtico de Amiens.
Grupo de la Anunciación del pórtico central de la fachada occidental de la catedral de Reims, con uno de los "ángeles sonrientes" que caracterizan el programa escultórico de todo el edificio. Ca. 1260.
Pórtico norte de la iglesia de la abadía de Fleury (Saint Benoît sur Loire).
Inicialmente, a línea sigue predominando sobre los demás elementos pictóricos (especialmente en las vidrieras -con una gran superficie para cubrir gracias al aligeramiento de los muros- y la iluminación de manuscritos). Los colores son inicialmente planos, pero se van introduciendo las gradaciones. Predominan los fondos dorados.
Entre los centros de producción destaca el de la corte, en la región de Ile de France.
Son muy raros los casos de pintores del siglo XIII cuyo nombre se haya conservado:
Es excepcional el cuaderno de Villard de Honnecourt (primera mitad del siglo XIII), que contiene un buen número de croquis arquitectónicos y dibujos de todo tipo.
La escuela de Aviñón fue una escuela de pintura que se desarrolló en el sureste de Francia (Provenza), particularmente en Aix-en-Provence y sobre todo en el entorno de la corte papal de Aviñón; en el periodo final de la llamada "cautividad de Aviñón" del papado (1309-1377), y que se prolongó hasta la segunda mitad del siglo XV. Estaba sujeta tanto a la influencia de la pintura italiana como a la de la pintura flamenca, en contraste con la pintura que en la época se desarrollaba en el Norte de Francia, que puede considerarse de un carácter totalmente flamenco.[26] Barthélemy d'Eyck, procedente de Flandes (quizá pariente de los van Eyck), y que trabajó en Borgoña e Italia, ilustra estas tendencias, que se manifiestan en rigor compositivo, sentido de los volúmenes simplificado y predilección por una fuerte iluminación que resalta las masas. Otros maestros de la escuela son Guillaume Dombet y los autores anónimos del Retablo de Boulbon y de la Piedad de Tarascón.[27] La primera obra maestra de la escuela se considera que sería la Anunciación de Aix (del maestro homónimo -que se ha propuesto identificar con el propio Eyck-, 1443). A mediados de siglo, alcanza su cénit con la Piedad de Aviñón de Enguerrand Quarton; mientras que para comienzos del siglo XVI se impone el gusto del Renacimiento pleno italiano.[28] Una buena muestra de la producción de la escuela se conserva en el museo del Petit Palais de Aviñón.[29] En un entorno más localizado se desarrolló la actividad de los llamados primitivos nizardos.
En Tours se desarrolló un potente centro artístico en el siglo XV, la escuela de Tours, La mayor parte de cuya producción fue destruida durante las guerras de religión del siglo XVI. Su representante más destacado fue Jean Fouquet.
Los iluminadores de la Turena, de entre los que destaca Jean Poyer (activo desde 1465 o 1483 hasta antes de 1504, con taller en Tours), fusionan las innovaciones pictóricas y decorativas italianas y flamencas, y su estilo ha sido denominado como escuela del Loira. Perteneciente a la siguiente generación, también Jean Bourdichon (1456/1457-1520/1521) es encuadrado como perteneciente a la "escuela de Fouquet" o la "escuela de Tours".
Retablo de la Cartuja de Certosa, de Jean Bourdichon, ca. 1500.
Escuela de Amiens, de Picardía o del Norte de Francia
Existen algunas referencias a una Escuela de Amiens, de Picardía o del Norte de Francia, entre cuyos integrantes destacaría Simon Marmion (activo en Amiens entre 1449 y 1454, y en Valenciennes entre 1458 y su muerte en 1489), quien además de pintor sobre tabla, fue el más famoso iluminador que trabajaba en los territorios borgoñones y del Norte de Francia por esa época. Amiens, una ciudad provincial estratégicamente situada entre Francia y Flandes, se convirtió a mediados del siglo XV en un importante centro comercial, religioso y cultural; sus talleres de pintura en tabla y de iluminación de manuscritos, conectados con los núcleos más innovadores, intercambiaron ideas artísticas y modelos, formándose un estilo local.
Virgen con el Niño, de Simon Marmion, ca. 1465-1475.
Crucifixión, atribuido a Simon Marmion, ca. 1470-1480.
Visitación, ilustración de las Horas de Huth, de Simon Marmion, ca. 1480.
Pintores franceses del siglo XV
(Se presentan por orden alfabético. Es de notar que las fuentes francesas suelen contar entre los pintores franceses los del Rosellón y la Cerdaña, que en la época formaban parte de la Corona de Aragón (como Arnaud GassiesoNicolas Froment).
Los pintores de la familia d'Ypres dominaron la escena artística de París desde mediados del siglo XV. De padres a hijos se transmitían modelos y patronos. Eran pintores polivalentes, que realizaban tanto tablas como cartones para tapices, iluminaban manuscritos y se adaptaban a la nueva demanda de dibujos para la edición impresa. Parecen haber surgido a partir del taller del Maestro de Dunois.Su continuador sería Andrés de Ypres (André d'Ypres, identificado con el Maestro de Dreux Budé,activo en París desde 1450). Hijo de Andrés sería Colin de Ypres (también llamado Colin de Amiens, idenfificado con el Maestro de Coëtivy, activo de 1450 a 1485). Colin tuvo tres hijos: Jean (Juan de Ypres activo de 1490 a 1508 -año de su muerte-, documentado como maître-juré du métier de peintre à Paris en 1504, se identifica con el Maestro de Ana de Bretaña -ca. 1498- y con el Maestro de La caza del unicorno, 1495-1505), Louis (Luis de Ypres y Nicolas Dipre o d'Ypres (Nicolás de Ypres -Nicolas Dipre o Nicolas d'Ypres-, activo en Provenza).[32]
Escenas religiosas con donantes
El retrato pictórico está inicialmente vinculado a la figura de los donantes, los comitentes de una obra que se hacen representar, en posición orante, dentro de una composición religiosa, habitualmente acompañados de su santo patrón, independientemente de su correspondencia o no con el tema presentado (por ejemplo, en la convención denominada en Italia sacra conversazione). El gran nivel alcanzado por los primitivos flamencos (Virgen del canónigo Van der Paele, Jan van Eyck, 1436) los convirtió en modelo de los pintores franceses.
Prendimiento, panel izquierdo de un tríptico del Maestro de Dreux Budé, ca. 1450. En posición orante aparecen los comitentes, Dreux Budé y su hijo Jean.
Díptico de Melun, de Jean Fouquet, 1452-1458. En el panel izquierdo, el comitente, Étienne Chevalier, en posición orante y presentado por el santo de su nombre; la Virgen del panel izquierdo se supone que reproduce los rasgos de Agnès Sorel, amante del rey Carlos VII, en cuya corte el comitente era ocupaba una alta posición.
Copia del Retrato de Juan "sin Miedo", anónimo franco-borgoñón, 1404-1405.
Ilustrando el calendario de Enero de Las muy ricas horas del duque de Berry (hermanos Limbourg, 1411-1416), se retrata al comitente en una escena profana, invitando a su mesa a sus allegados. Las paredes de la estancia están cubiertas de tapices que representan la Guerra de Troya.
Retrato de dama, escuela franco-flamenca, ca. 1420.
En el campo de la miniatura fue significativo la llegada a Francia, a principios del siglo XIII, de un grupo de iluminadores normandos que trabajaron a ambos lados del Canal de la Mancha, caracterizados por un típico fondo de retícula y formas lineales, de ascendencia bizantina y románica. En la época del Gótico lineal destacan las ilustraciones del Salterio de Ingeburgo, el Salterio de la Reina Blanca de Castilla en la época del Gótico internacional, Las muy ricas horas del duque de Berry, de los hermanos Limbourg (1410-1416), el Livre du cœur d'amour épris, de Barthélemy d'Eyck, o las Grandes horas de Ana de Bretaña, de Jean Bourdichon (1503-1508), ya enlazando con la iluminación renacentista.
La iluminación sigue en París, en el último tercio del siglo XIII y en el siglo XIV, la brillante carrera de... Jean Pucelle. Antes de él, otro iluminador merece también ser mencionado: el Maestro Honoré.. Un Breviario de Felipe el Hermoso (Biblioteca Nacional) y, sobre todo, la Somme le Roi (Museo Británico en Londres) han podido ser relacionadas con su producción a partir de un análisis estilístico. En el primero, muestra una paleta muy sutil con un dibujo muy suelto, que le permite esbozar los personajes con un gran vigor. Rompe con la técnica tradicional del colorido plano en beneficio de colores modulados. Esta opción se confirma en el segundo manuscrito que ofrece escenas compuestas con mucha sutileza. ... en el Norte, donde se realizan obras en lengua vulgar, se añade una cierta fantasía que caracteriza los marginalia,[33] es decir, los dibujos al margen que pronto harán furor. La más famosa de estas obras es el Libro de horas de la condesa Yolanda de Soissons[34] (hacia 1280-1290). En el Este y, sobre todo en Lorena, el dibujo es más firme, como en el Tratado de Cetrería, firmado por Simón de Orleans para Jean de Dampierre. En el siglo XIV, en París, el estilo del Maestro Honoré se impuso hasta mediados de siglo, gracias a la actividad de su yerno Richard de Verdun... La Biblia de Jean de Papeleu (Biblioteca del Arsenal) y la Vida de Saint Denis, en 1317, dan testimonio de ello. El iluminador de este último manuscrito añadió dos elementos nuevos a la tradición: sentido plástico y voluntad de reproducir los monumentos existentes.[35]
Entre 1440 y 1520, al alba del Renacimiento, en una época donde el manuscrito seguía siendo uno de los soportes privilegiados de la creación pictórica, [trabajan] los grandes maestros de la iluminación: Fouquet, Marmion, el Maestro del rey René, Bourdichon, etc.[36]
El foco se centra en los artistas activos en París, un renombrado centro artístico no sólo de Francia sino de Europa. En la segunda mitad del siglo XV, la región del Loira se convirtió en la principal residencia de la corte francesa, y Tours tomó el papel principal en la producción de manuscritos de lujo; con centros relacionados como Bourges y Rouen ... Los primeros talleres laicos de producción de manuscritos aparecieron en París en el siglo XII, pero el número de artesanos se multiplicó rápidamente en el siglo XIII, y sirvió no sólo al clero, al profesorado universitario y a la nobleza, sino también a las clases profesionales y mercantiles. A pesar de los estragos de la Guerra de los Cien Años (1338-1453) y la Peste Negra (1348), el negocio de los libros continuó en París en el siglo XIV debido al gran interés de los reyes y príncipes Valois, notablemente el rey ilustrado Carlos V (reinado 1364-1380). Durante el reinado de Carlos VI (1380-1422), París fue el centro comercial y universitario más importante de Europa, atrayendo artistas de troda Francia y Europa. París jugó un papel central hasta 1420, cuando tras el Tratado de Troyes los ingleses tomaron la capital y Normandía. Muchos artistas partieron a provincias junto con sus patronos franceses, creando espontáneamente nuevos centros por todo el reino. ... Al final del siglo XIV la iluminación de manuscritos parisina estaba todavía influenciada por Jean Pucelle, un artista activo en el primer tercio del siglo XIV y cuyo más importante seguidor, Jean Le Noir, que vivió hasta la década de 1370. En el reiado de Carlos V (1364-1380), el taller más productivo de París, no obstante, era el dirigido por el Maestro de la Biblia de Jean de Sy [también llamado Maestro de los bosquecillos (boqueteaux) y Maestro de los árboles-paraguas (umbrella-trees)]... Mientras la historia de la pintura en otros países está también representada por obras de gran formato, la historia de la pintura de la Francia medieval y del Renacimiento temprano se ha preservado principalmente en libros iluminados. ... El duque Juan I de Berry, ... fue un comitente excepcional de manuscritos iluminados. Atrajo a muchos artista a su corte, incluyendo al pintor de los Países Bajos del Sur Jacquemart de Hesdin, que entró a su servicio a comienzos de la década de 1380. Los más famosos son los tres hermanos Limbourg que vinieron desde la ciudad de Nimega (en los Países Bajos del Norte) y entraron al servicio de Berry en 1404 ... Los Limbourg trabajaron principalmente en el castillo de Juan en Bicêtre, en las afueras de París. Además, Juan de Berry ordenó manuscritos de los principales iluminadores de París como el Maestro del Paramento de Narbona Compró los mejores manuscritos disponibles y recibió muchos como regalo de sus parientes y amigos. Con los años el duque de Berry reunió una legendaria biblioteca de cerca de 300 manuscritos, pero sus magníficos libros de horas siguen siendo todavía las piezas cúspide. ... A la vuelta del siglo, la iluminación de manuscritos en París sufrió cambios radicales. Una nueva generación de artistas, especialmente el Maestro de Boucicaut fue el pionero en innovaciones de luz y perspectiva. El Maestro de las Iniciales de Bruselas, que vino del norte de Italia a trabajar en París durante la primera década del siglo XV, introdujo entre los artistas locales nuevas ideas para agrandar el campo pictórico y usar hojas coloreadas de acanto para decorar los márgenes. ... hacia el final de la Guerra de los Cien Años, Rouen se convirtió en el centro de la administración inglesa y atrajo artistas como el Maestro Fastolf[37] de Paris. ... Alrededor de mediados del siglo XV ... Tours como capital regia ocupaba ahora un papel líder en la producción de manuscritos iluminados, coincidiendo con la actividad de los más importantes artistas franceses de mediados del siglo XV, Jean Fouquet, que fue a Italia e introdujo elementos del Renacimiento italiano en la pintura francesa. La influencia de Fouquet todavía se siente en la obra de la siguiente generación de iluminadores de Tours, tales como Jean Bourdichon y Jean Poyer, y también inspiró a artistas de otros centros, como Jean Colombe en Bourges. ... en Paris ... dos distintas familias de artistas, cada una de las cuales alcanzó tres generaciones, dominaron la segunda mitad del siglo XV. La primera tríada, que prolongó y adaptó la tradición del Maestro de Bedford, comenzó con el Maestro de Jean II Rolin seguido por el documentado pintor François [o Maestro François y finalmente por el Maestro de Jacques de Besançon. La segunda tríada, que aparentemente se originó en el Norte de Francia o en el sur de los Países Bajos [Flandes] pero se asentó en París alrededor de 1450, comenzó con el Maestro de Dreux Budé, seguido por el Maestro de Coëtivy y, en la siguiente generación por el Maestro de la Rosa del Apocalipsis de la Sainte-Chapelle. Mientras la primera sucesión de artistas es conocida exclusivamente por trabajos hechos para el mercado de libros, la segunda familia también trabajó en otros medios, ejecutando pinturas en tabla y muro, tapices y vidrieras. A pesar de la influencia de artistas extranjeros a comienzos del siglo, la iluminación de libros en el París del siglo XV muestra una fuerte continuidad artística en la sucesión of talleres establecidos, que se inician con los logros de los maestros de Boucicaut y de Mazarino y terminan con el productivo Maestro de Jacques de Besançon.[38]
Carlos, bendecido por el obispo de Reims a su llegada a la catedral, ilustración del Libro de la coronación [livre de sacre] de Carlos V, del maestro homónimo 1365-1380.
El gran desarrollo de las vidrieras, además de responder a las posibilidades estructurales permitidas por el aligeramiento de los muros y el aumento de la altura, se adecuaba estrechamente a las elaboraciones ideológicas y estéticas en cuanto a la función de la luz en el arte: la teología de la luzbenedictina (Bernardo de Claraval y el propio Suger, abad de San Denis).[39]
Los maestros vidrieros (vitralistes) franceses de la época no eran únicamente artesanos vidrieros, sino pintores que también realizaban obras de pintura en otras técnicas; como Guillaume Dombet.
Anunciación a los pastores, caída de la Sinagoga y ángeles tocando instrumentos de cuerda, vitral proveniente de Varennes-Jarcy, ca. 1220-1230, actualmente en el Musée National du Moyen-Âge.
Vasari cita a dos maestros franceses como autores de las vidrieras del Vaticano destruidas en 1527: el Maestro Claude y Guillaume de Marcillat. Considerado como "el último gran maestro vidriero de la Edad Media", Jean Lecuyer incorpora las formas del Renacimiento tras un viaje a Italia y trabaja en Bourges entre 1532-1556. André Chastel ve en las vidrieras del siglo XVI la respuesta francesa a los frescos italianos.
Las vidrieras de la zona oriental de la actual Francia, en la época perteneciente al Estado borgoñón o al Sacro Imperio Germánico, están en la órbita de la escuela de Estrasburgo, como por ejemplo las de la catedral de Estrasburgo, las de Santa Walburga de Walbourg o las de San Guillermo de Estrasburgo; alguna de ellas atribuidas a Peter Hemmel de Andlau (activo entre 1447 y 1501), que se ha propuesto identificar con el Maestro de Walbourg.
A partir de mediados del siglo XIII se estableció una nueva relación entre las zonas coloreadas y las grisallas, que tienden a adquirir importancia. ... la capilla de la Virgen, construida por Pierre de Monteuil, en el coro de la abadía parisina de Saint-Germain-des-Prés, tuvo un papel determinante en esta nueva estética. Surgida en París, se impuso rápidamente en las regiones vecinas o más lejanas. ... muchos monumentos siguieron ligados a fórmulas anteriores (Saint-Sulpice-de-Faviéres, abadía de Fécamp, coro de Clermont-Ferrand). Todas estas obras muestran un manierismo más o menos acentuado, un gusto basado en las curvas tanto en la forma de los personajes como en el dibujo de la ropa, y un aclaramiento generalizado de la paleta. Sin embargo, otros monumentos contemporáneos que mucho debían a las relaciones mantenidas por los artistas con el medio parisino asumen plenamente la nueva concepción. En las gigantescas vidrieras que adornan el coro de Saint Urbain de Troyes, los paneles rectangulares parecerían perdidos si la grisalla no estuviese realzada por puntos coloreados. El efecto es también sobrecogedor en la nave del Santo Padre de Chartres sic ¿San Pedro de Chartres?, donde el arquitecto creó un marcado ritmo entre las vidrieras de color y las de la grisalla. La región ... más rica es Normandía. ... coro de la catedral de Évreux, Saint-Ouen de Rouen, catedral de Rouen, abadía de Jumiéges. ... Los colores pierden su intensidad para armonizarse con las grisallas; el dibujo hace gala de una poderosa implantación y su modalidad es vigorosa. El manierismo se exacerba en gesto afectados. ... introducción del amarillo de plata. Aplicado en la parte posterior del cristal, con el pincel, sin la mediación de ningún disolvente, este color añade a los colores naturales del cristal una modificación sustancial. La paleta se enriquece. Utilizada por primera vez en el curso del segundo decenio del siglo XIII ... se generaliza en el siguiente XIV.[40]
Favières.
Fécamp.
Clermont-Ferrand.
San Pedro de Chartres.
Coro de Évreux.
Tapices
Los primeros tapices pudieron haberse hecho en Alemania, pero la industria no floreció allí. Inglaterra exportaba su lana a Flandes y no fomentó la producción local hasta la fundación de Mortlake en 1619. Lo mismo puede decirse para España hasta el siglo XVIII. En Italia no hubo obras importantes hasta el siglo XVI [...] (de hecho, los cartones de Rafael -1515- marcan un cambio radical en el carácter del diseño de los tapices, y los puristas consideran esa fecha el comienzo del declive en ese arte) [...] Flandes y Francia fueron los mayores productores y abastecían a todo el mundo civilizado [sic]. El famoso tapiz de Angers fue encargado a los talleres parisinos de Nicolas Bataille en 1378. Había talleres en ciudades más pequeñas, como Aubusson, donde se decía que la industria había nacido de los sarracenos cautivos por Carlos Martel. Los talleres flamencos, en territorio del Estado borgoñón, sobrepasaron a todos los demás, dando trabajo a un número de artesanos que no se superó hasta [la época de los talleres industriales]. Los centros principales fueron Tournai, Bruselas y Arrás. ... Salvo unos pocos ejemplares, es imposible datar con certeza [los tapices medievales]; y la mayor parte de los diseñadores de cartones no se conocen por su nombre.[41]
A lo largo del siglo XV los talleres de Tournai y Arrás van desplazando a los de París.[42] Hay dos excepcionales ejemplos, ya en la transición al Renacimiento, a finales del siglo XV y comienzos del XVI, cuyos cartones se han atribuido a un Maestro de la caza del unicornio que se ha propuesto identificar con el Maestro de Ana de Bretaña; mientras que el taller no ha podido ser establecido, aunque se consideran flamencos (probablemente alguno de Bruselas o Lieja).
Bajo el reinado de Carlos VI (1380-1422), aunque la situación política y económica en Francia se hacía cada vez más difícil, París se afirmó como un ámbito intelectual y artístico de primer orden. ... París, capital del reino de Francia, se convirtió en el tránsito entre el siglo XIV y XV en el centro intelectual y artístico más floreciente de Europa. A pesar de los problemas de la Guerra de los Cien Años, los encargos de los mecenas más fastuosos suscitaron el desarrollo de un arte precioso y refinado, y favorecieron las innovaciones iconográficas y estilísticas. Los mejores artistas salidos del medio parisino o llegados del extranjero dieron libre curso a su talento. ... La pintura de manuscritos y los esmaltes sobre oro constituyen los puntos fuertes de tal florilegio. ... Los esmaltes sobre oro figuran personajes sagrados o profanos, remarcables por su suntuosidad y su refinamiento, constituyen una maravillosa visión de la orfebrería de la época. ... Otros dominios [confluyentes] son ... las técnicas y artes practicados por entonces en París, como la pintura, la escultura y el textil. ... El Louvre, una de las principales residencias de Carlos VI y su mujer Isabel de Baviera, acoge una parte prestigiosa de las colectiones reales, ...[44]
Viollet-le-Duc y el Neogótico
La tendencia historicista del Romanticismo del siglo XIX provocó un interés desmedido por la Edad Media (medievalismo), que en el campo de las artes se centró en el Gótico (Neogótico). En Francia, el movimiento se identifica con la prolífica actividad de Eugène Viollet-le-Duc, quien, además de obras de nueva planta, realizó numerosas restauraciones con un criterio muy intervencionista, que pretendía reflejar su concepto de lo que "debería ser" el espíritu del Gótico.
↑Philippe Lorentz, « La peinture à Paris au xve siècle : un bilan (1904-2004) », dans Dominique Thiébaut, Primitifs français. Découvertes et redécouvertes : Exposition au musée du Louvre du 27 février au 17 mai 2004, Paris, RMN, 2004, 192 p. (ISBN 2-7118-4771-3), p. 86-107. La cita literal está recogida en Nicole Reynaud, « Le Maître des Très Petites Heures d'Anne de Bretagne », dans François Avril et Nicole Reynaud, Les manuscrits à peintures en France, 1440-1520, BNF/Flammarion, 1993, 439 p. (ISBN 978-2080121769), p. 265-269.
↑Jean Wirth, Isabelle Engammare, Les marges à drôleries des manuscrits gothiques (1250-1350), Droz, 2008 ("Les marges à drôleries sont des motifs profanes et humoristiques, très souvent animaliers, que l'on trouve à l'extérieur des manuscrits et de leurs illustrations. Peu à peu ces décors évoluent : on passe aux feuillages, à la chasse, aux jeux guerriers, à la courtoisie... elles ont contribué à l'émergence de la scène de genre.")