Se elaboran artesanalmente con una mezcla de hígado de cerdo y una cantidad similar de magro de cerdo.[4] A la mezcla resultante se le añade perejil, pimienta negra, clavillo y sal, formando una especie de albóndiga que se envuelven en redaño de cerdo, es decir, mantilla que cubre el estómago de estos animales. Su preparación culinaria es generalmente a la plancha.[5]