El exilio republicano español en México se refiere a aquellos exiliados españoles que México acogió tras la derrota republicana en la guerra civil española (1936-1939). Se estima que el país norteamericano acogió entre 20 000 y 25 000 refugiados españoles entre 1939 y 1942, a iniciativa del presidente Lázaro Cárdenas.[1][2]
A los refugiados españoles en México se los caracterizó como un «selecto grupo de alto nivel», heterogéneo y con abundancia de artistas, catedráticos y profesionales,[3] aunque se estima que este tipo de inmigración «intelectual» o de «élite»[4] conformaba aproximadamente un 25 % del total (unos 5500).[5] El mayor contingente de refugiados lo conformaron españoles de la clase media urbana[3] y en mucho menor número obreros y campesinos, pues la clase baja no tuvo apenas posibilidades de escapar del país,[3] así como militares, marinos y pilotos, economistas y hombres de Estado, todos ellos vinculados al Gobierno republicano derrotado en la guerra civil española.[6]
Primeros grupos de exiliados
La historiadora argentina Clara Lida, especialista del exilio español en México, señala:
Fue a Daniel Cosío Villegas —encargado de negocios en Portugal— a quien antes que a nadie, se le ocurrió la idea de que México debía acoger a científicos e intelectuales españoles, para que continuaran sus actividades, mientras la República Española luchaba contra el fascismo y se decidía el futuro de España y en previsión de que la República fuese derrotada.[7]
La tarea que hicieron es de un valor absolutamente inapreciable, había que ver renglón por renglón qué ha sido México antes y después de estos grandes hombres.[8]
La presencia y relevancia del exilio republicano español en la Universidad Nacional Autónoma de México se ha reflejado en las áreas de humanidades, investigación científica y difusión cultural. Ignacio García Téllez, quien fuera representante del expresidente de México, Lázaro Cárdenas, recibió en el puerto de Veracruz a la primera oleada de exiliados que llegaron a bordo del Sinaia, primer buque del exilio, y les dio la bienvenida a México, diciendo:
Los altos valores que representáis en las ciencias y en las letras contribuirán al brillo de la cultura nacional y recogeremos, a la vez, el ejemplo de superación de la intelectualidad española que puso su patrimonio espiritual al servicio de la república.[11]
Carlos Bosch García nació en Barcelona en 1919 y llegó a México acompañado de su padre, Pedro Bosch Gimpera. Realizó sus estudios de doctorado en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y es autor de textos históricos como La esclavitud entre los aztecas, Historia diplomática de México con los Estados Unidos, Latinoamérica, una interpretación global de la dispersión en el siglo xix y El mester político de Poinsett en México. Su labor como docente incluyó ser investigador del Instituto de Investigaciones HIstóricas de la UNAM, secretario de la Sociedad Mexicana de Historia y colaborador de la Dirección General de Publicaciones de la UNAM.[11]
Óscar de Buen López de Heredia nació en Madrid en 1925. Se graduó como ingeniero civil en la Facultad de Ingeniería de la UNAM. Recibió el Premio Nacional de la Academia Mexicana de Ingeniería, el Premio de la Academia Nacional de Ingenieros y el Premio Universidad en el área de Ciencias Exactas. Obtuvo el premio al mejor libro de ingenieros civiles con su obra Estructuras de acero. Comportamiento y diseño. Participó en la construcción del Auditorio Nacional, de la basílica de Guadalupe, del Estadio Azteca, de la Torre de Pemex y de la Torre de la Compañía Mexicana de Aviación.[11]
Juan Antonio Ortega y Medina nació en Málaga en 1913. Magistrado en su ciudad natal y en Madrid, llegó a México en 1940 para doctorarse en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Miembro de la Academia Mexicana de la Historia, director del Anuario de Historia de la UNAM y autor de diversas obras de historiografía mexicana, como México en la conciencia anglosajona, Humboldt desde México, Polémicas y ensayos en torno a la historia, La evangelización puritana de Norteamérica y La teoría científica de la historia.[11]
Adolfo Sánchez Vázquez, nacido en Cádiz en 1912, llegó a México a bordo del Sinaia en 1939. Doctorado por la Facultad de Filosofía en la UNAM, catedrático de tiempo completo, coordinador del Colegio de Filosofía e investigador especializado en estética. Traductor de la filosofía marxista, estética y filosofía de la praxis. Entre sus obras destacadas se encuentran: Las ideas estéticas de Marx, Filosofía de la praxis, Ética, estética y marxismo, Del socialismo científico al socialismo utópico y Ensayos marxistas sobre historia y política.[11]
Aproximadamente 170.183 descendientes de españoles exiliados, según datos del ministerio español de Asuntos Exteriores y de Cooperación,[12] adquirieron la nacionalidad española gracias a la Ley de Memoria Histórica, una ambiciosa y compleja norma que aspira a reconocer y ampliar los derechos de quienes sufrieron la guerra civil Española y la represión de la dictadura de Francisco Franco. El apartado que permitía la obtención de la nacionalidad estuvo vigente desde el 28 de diciembre de 2007, y hasta el 28 de diciembre del 2011.[13]
↑ abcdefghiCoordinación de Difusión Cultural UNAM, Cincuenta años del exilio español en la UNAM, México, 1991
↑Europa Press (6 de marzo de 2011). «La Ley de Memoria Histórica reconoce 170.000 nuevos españoles». Consultado el 25 de mayo de 2020. «El grueso de las demandas presentadas, un 91,48 %, procede de hijos de españoles emigrados o exiliados, mientras que 19.646 corresponden a nietos de quienes perdieron o tuvieron que renunciar a la nacionalidad española al exiliarse durante la Guerra Civil y el franquismo.»
Balcells, José María y Pérez Bowie, José Antonio (Eds.). El exilio cultural de la Guerra Civil (1936-1939). Universidad de Salamanca, 2001. ISBN 84-7800-960-4
Cuesta Bustillo, Josefina (Ed.). Retornos (De exilios y migraciones). Madrid, Fundación Francisco Largo Caballero, 1999. ISBN 84-86716-19-5
Palacios-Ríos. M. & J.A. Carrillo E. 2007. Faustino Miranda, un botánico español apasionado por la Flora Mexicana. CIBIO-Instituto de Ecología, A.C. España-México. 193 pp. [1]Archivado el 29 de agosto de 2011 en Wayback Machine.