Erik nació en el Palacio Real de Estocolmo, siendo el tercer hijo de los príncipes herederos Gustavo y Victoria, cuando Suecia y Noruega se encontraban unidas bajo un mismo monarca. Probablemente fruto de un complicado embarazo, en el que su madre tuvo que ser sometida a una fuerte medicación, la salud del príncipe fue bastante débil durante toda su vida: padecía epilepsia y retraso mental. Por esas razones, pocas veces aparecía en público. Falleció en el Palacio de Drottningholm a los 29 años, víctima de la epidemia de gripe española.