Las elecciones municipales de Perú de 1983 se llevaron a cabo el domingo 13 de noviembre de 1983 en todo el Perú, para elegir a los alcaldes provinciales y distritales para el período 1984-1986. Fueron convocadas por el presidente Fernando Belaúnde Terry a través de la Ley N° 23671 (8 de septiembre de 1983).[1]
El contexto electoral de 1983 estuvo marcado por una crisis económica galopante, el desastre del fenómeno de El Niño en el norte y una prolongada y devastadora sequía en el sur: ese año fue denominado como «el peor año desde la guerra del Pacífico».[2] El gobierno belaundista estaba sumido en el desprestigio y el desgaste político, situación que fue aprovechada por la oposición: el Partido Aprista Peruano se presentó como la principal fuerza política opuesta al régimen, mientras que Izquierda Unida planteó estos comicios como un plebiscito contra las políticas liberales del gobierno.[3]
Los comicios también estuvieron marcados por el recrudecimiento de la violencia terrorista de Sendero Luminoso, que llamó a boicotear el proceso electoral municipal y a viciar el voto, realizando atentados contra todos los partidos políticos.[4] El Jurado Nacional de Elecciones se vio obligado a suspender el proceso electoral en las provincias de Víctor Fajardo, Cangallo y Huanta debido a la violencia.[4] Al mismo tiempo, ante el temor de una victoria izquierdista y en una especie de «macartismo» electoral, la campaña estuvo marcada por los intentos de asociar a Izquierda Unida con los terroristas.[5]
La jornada electoral del 13 de noviembre de 1983 se caracterizó por una masiva concurrencia de la población a las urnas, a pesar de las dificultades. De hecho, hubo largas filas en los colegios electorales debido a la demora en la distribución de las cédulas de votación y la no instalación de varias mesas de sufragio. En Huamanga, a pesar del paro regional convocado por los senderistas, la población acudió a las urnas.[6] Aunque en términos generales hubo un aumento aparente del ausentismo, este hecho se atribuyó en cierta medida a que el padrón electoral peruano databa de 1963.[7][c]
En términos generales, el Partido Aprista Peruano se impuso como la primera fuerza política nacional, con alrededor de un tercio de la votación y el control de casi la mitad de los concejos provinciales de la República.[9] Sin embargo, este logro se vio opacado por el triunfo político más importante de la jornada: Izquierda Unida obtuvo la victoria en Lima y convirtió a Alfonso Barrantes en el primer alcalde marxista de Latinoamérica; la izquierda peruana no volvería a ganar en la capital hasta más de un cuarto de siglo después.[10][11]
Acción Popular sufrió un declive significativo, reduciendo el número de concejos provinciales obtenidos en 1980 a un tercio, principalmente debido al trasvase de votos al Partido Aprista Peruano.[12] El aprismo se hizo con el control de la mayoría de capitales departamentales que estaban en manos de Acción Popular e incluso arrebató Arequipa a la izquierda.[9] Por su parte, además de la victoria histórica en Lima, Izquierda Unida revalidó su triunfo en Puno y ganó las elecciones en Cusco, fortaleciendo su presencia en importantes plazas electorales.[13] El Partido Popular Cristiano, aunque incrementó su caudal electoral en comparación con las elecciones anteriores, solo consiguió ganar en dos concejos provinciales.[14]
Una vez más, estos cuatro partidos políticos dominaron prácticamente todos los concejos provinciales de la República. El Frente Nacional de Trabajadores y Campesinos perdió varios concejos provinciales y el Partido de Integración Nacional obtuvo una significativa victoria en Huamanga con el apoyo de la izquierda.[15] Las provincias de Mariscal Luzuriaga, Huaral, Tambopata y Manu fueron ganadas por movimientos independientes.[16]
Sistema electoral
Las municipalidades provinciales y distritales constituyen el órgano administrativo y de gobierno de las provincias y los distritos del Perú. Están compuestas por el alcalde y el concejo municipal (provincial y distrital). La votación se realiza en base al sufragio universal, que comprende a todos los ciudadanos nacionales mayores de dieciocho años, empadronados y residentes en la provincia o el distrito y en pleno goce de sus derechos políticos, así como a los ciudadanos no nacionales residentes y empadronados en la provincia o el distrito.
Los concejos municipales están compuestos por entre 5 y 14 regidores (excepto el de la provincia de Lima, compuesto por 39 regidores) elegidos por sufragio directo para un período de tres (3) años. La votación es por lista cerrada y bloqueada. Se asigna a la lista ganadora los escaños según el método d'Hondt o la mitad más uno, lo que más le favorezca. Es elegido como alcalde el candidato que ocupe el primer lugar de la lista que haya obtenido la más alta votación.[17]
Partidos y líderes
A continuación se muestra una lista de los principales partidos y alianzas electorales que participaron en las elecciones:
La siguiente tabla enumera el control de las provincias donde se ubican las capitales de cada departamento, así como en aquellas con un número de electores por encima o alrededor de 32.000. El cambio de mando de una organización política se resalta del color de ese partido.
↑No se realizaron elecciones en las provincias de Cangallo, Huanta, La Mar y Víctor Fajardo, por lo cual solo se sometieron a elección 155 concejos municipales provinciales.
↑No se realizaron elecciones en 89 distritos, por lo cual solo se sometieron a elección 1450 concejos municipales distritales.
↑El padrón electoral no había sido actualizado más que para añadir a los nuevos votantes. Para los comicios de 1983 se incorporaron 2 423 826 personas.[8]