Hermógenes, un humilde peón de campo y hachero proveniente de Santiago del Estero se muda con su pareja a Buenos Aires, con la esperanza de ganar un mejor salario. Allí empieza a trabajar de carnicero para el inescrupuloso Latuada, dueño de una cadena de carnicerías, quien engaña y manipula a Hermógenes, reduciéndolo a vivir en condiciones de trabajo esclavo. Éste lo maltrata constantemente, tanto a él como a su esposa, y crea el camino hacia una gran tragedia, la cual es eventualmente descubierta por un abogado que debe defender a Hermógenes.[4]
El patrón, radiografía de un crimen obtuvo muy buenas críticas tras su estreno. El sitio especializado TodasLasCríticas le otorga a la película una clasificación de 75 sobre 100 basado en 35 críticas lo cual indica una amplia acogida positiva en general.[5]
Lucero Solórzano del diario mexicano Excelsior escribió:
«Otra sólida propuesta argentina. (...) 4 personajes potentes, muy bien descritos, y la película atrapa desde el principio hasta el fin.»[6]
A su vez Alejandro Lingenti del diario La Nación sostuvo que:
«Una película sobre la explotación laboral, pero también sobre la tortura psicológica, la avaricia, la corrupción (...) Un guion sólido, que evita inteligentemente la dispersión.»[7]
Horacio Bilbao del diario Clarín mencionó en su evaluación:
«Hay una historia mayor. (...) Es cierto, le faltan matices a estos personajes, que son cien por ciento sumisos, o viles, o comprometidos. Y el desenlace de la historia está, quizá, muy anunciado.»[8]
La actuación de Joaquín Furriel también fue elogiada. Hugo Fernando Sánchez de Tiempo Argentino dijo:
«La puesta con ritmo de thriller (...) con un Furriel exacto en su transformación, no sólo física sino desapareciendo detrás del carácter del protagonista, en donde la sumisión, la exclusión y el destino trágico se combinan con la violencia en la que se formó. Y todo se nota en la composición del actor.»[9]
Por su parte Diego Curubeto del diario Ámbito Financiero además de alabar la actuación de Furriel y la de Ziembrowski, detalló sobre la trama:
«El film está bien narrado y filmado con rigor, por lo que se ve con interés. Sin embargo la corrección política y el desenlace conciliador no ayudan a que el asunto tome demasiado vuelo.»[10]
Comercial
La cinta gozó de un ligero éxito al convocar a más de 15.267 espectadores en su primer fin de semana en 34 pantallas. El arranque en sí fue muy sólido en contraste con el hecho de que no contó con una campaña publicitaria importante pero el protagonista principal (Furriel) logró en sus recorridos por varios canales televisivos, promocionar el film.[11] La película finalizó su recorrido por la cartelera argentina con un total de 47.247 espectadores quedando entre las 15 películas argentinas más vistas en lo que va del año 2015.[12]