Diego de Praves nace en Uclés, en la provincia de Cuenca, en 1556, fruto del matrimonio de Ana Sánchez y Juan de Praves. Originario de Praves, su padre fue maestro de cantería que durante la primera mitad del XVI se habría mudado a Uclés para desarrollar su labor, teniéndose conocimiento de que en 1529 se encontraba trabajando en las obras del monasterio de Uclés.
Muy joven, de De 1579 a 1582 estuvo al frente de las obras la iglesia de Santo Domingo de Silos en Alcázar del Rey, posiblemente junto a su padre, para posteriormente trasladarse a Valladolid, donde desarrolló la mayor parte de su vida y actividad profesional.
Con Praves empieza el estilo de placas que después reaparece en la Catedral, la iglesia de Cigales y otras obras. En 1595 hizo las obras de restauración del claustro del desaparecido convento de San Francisco de Valladolid.