Nació el 15 de febrero de 1950, en la localidad española de El Puente del Arzobispo, Toledo; en el seno de una familia profundamente católica. Hijo de Demetrio Fernández († 1991) y Trinidad González († 2008);[1] siendo el menor de cuatro hermanos, uno de los cuales murió en la infancia. Su hermana María Teresa († 2022) fue religiosa[2] de las Misioneras Cruzadas de la Iglesia, mientras que su hermano Teodoro se casó y tuvo dos hijos.
Descubrió su vocación religiosa a la edad de siete años y se desempeñó como monaguillo en la parroquia de Santa Catalina. Su párroco lo preparó cuidadosamente para ingresar al seminario.[3]
Mientras estudiaba en Roma por segunda vez, en 1981, contrajo una enfermedad incurable que lo mantuvo postrado en cama durante un año. Con 33 años y nueve como sacerdote, se preparó «para la muerte que llegaba inminente». Entonces, un médico endocrinólogo, discípulo del doctor Marañón acertó con el tratamiento, permitiéndole una lenta recuperación durante varios años «hasta que, por intercesión del venerable José María García Lahiguera y la oración de sus hijas Oblatas, fui curado milagrosamente de la noche a la mañana... Aquel año 1982-1983 entendí como nunca y para siempre en medio de la enfermedad que mi vida era toda para el Señor».[5][6]
Fue ordenado diácono el 5 de mayo de 1974, en Toledo; a manos del arzobispo Marcelo González Martín. Su ordenación sacerdotal fue el 22 de diciembre del mismo año, en el mismo lugar, a manos del mismo arzobispo; incardinándose en la archidiócesis de Toledo. Ese mismo día, celebró su primera misa en su pueblo natal.[7]
Como sacerdote desempeñó los siguientes ministerios:
Vicario coadjutor de El Buen Pastor, en Toledo (1974-1977).
Delegado de Evangelización y Doctrina de la Fe y director de los Secretariados diocesanos de Doctrina de la Fe y de Relaciones Interconfesionales (1998-2004).[9]
Miembro del Consejo Presbiteral.
Miembro del Colegio de Consultores.
Miembro del Consejo diocesano de Pastoral.
Tiene publicaciones sobre teología, historia y espiritualidad, además de numerosos artículos en revistas especializadas.
Durante su pontificado turiasonense ordenó 15 sacerdotes, diocesanos y religiosos.[5]
En la Conferencia Episcopal Española (CEE), fue miembro de las Comisiones Episcopales de Doctrina de la Fe (2005-2011); de Vida Consagrada (2005-2011); y de Patrimonio Cultural (2008-2011).
Sobre el cambio de Aragón a Andalucía comentó que le costó menos trabajo adaptarse a Córdoba, puesto que “el andaluz es más expresivo y simpático.”[12]
El 1 de enero de 2018, fue nombrado miembro de la Congregación para las Causas de los Santosad quinquennium.[13] El 5 de diciembre de 2022, fue confirmado como miembro del Dicasterio de las Causas de los Santos ad aliud quinquennium.
En noviembre de 2023, solicitó formalmente a la Santa Sede el nombramiento de un obispo coadjutor, señalando: “Lo que le he pedido al Papa es una ayuda”.[14] En junio de 2024, surgieron rumores sobre Jesús Vidal Chamorro como posible candidato al cargo.[15] Sin embargo, en septiembre del mismo año, la Santa Sede rechazó su petición.[16]
En la CEE es, desde marzo de 2024, miembro de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe y de la Subcomisión Episcopal para Relaciones Interconfesionales y Diálogo Interreligioso. Anteriormente, ha sido miembro de las Comisiones Episcopales para las Misiones y Cooperación con las Iglesias (2020-2024); de Patrimonio Cultural (2014-2020); de Relaciones Interconfesionales (2011-2014); y de Seminarios y Universidades (2011-2014).[9] También es miembro de la Congregación para el Rito Hispano-Mozárabe, y fue presidente de la «Junta San Juan de Ávila, Doctor de la Iglesia».[cita requerida]
Controversias
Durante la celebración de la misa de la Sagrada Familia el 26 de diciembre de 2010 en la Mezquita-catedral de Córdoba, Fernández pronunció una homilía en la que condenaba abiertamente las causas que, a su juicio, amenazan el esquema tradicional de la familia cristiana, centrándose fundamentalmente en cuestiones como el aborto o el divorcio. De su plática trascendió a los medios de comunicación una afirmación que el obispo atribuyó al cardenalEnnio Antonelli, según la cual «la Unesco tiene programado para los próximos veinte años que la mitad de la población sea homosexual». Criticaba así la supuesta implantación a través de diversos programas educativos promovidos por el organismo de la ONU de una ideología de género que permitiría a las personas elegir su sexo sin tener en cuenta la realidad biológica.[18]
Demetrio Fernández ha sido criticado por otras controversias, como cuando afirmó en 2011 que la fecundación in vitro se trataba de un «aquelarre científico»,[19] o cuando declaró en enero de 2017 que la Mezquita de Córdoba no era arte musulmán, sino bizantino,[20] declaración que fue desmentida por expertos en arte e historia.[21] Asimismo, en julio de 2020 criticó la celebración del homenaje de Estado en honor a la víctimas del COVID-19 debido a que no fue un acto católico y acusó de «silenciar a Dios».[22] Con motivo de la celebración de San Valentín en 2021, declaró que «la constitución del ser humano es emparentarse varón y mujer para formar nuevas familias, en las que nacen hijos».[23]