Gerald H. Meaker señala que, aunque era «admirado por su carácter», Anguiano disponía de escasas cualidades como orador.[4]
Durante su viaje a la conferencia de la Segunda Internacional que se celebraría en Róterdam en 1920, fue sorprendido por la policía holandesa en posesión de una carta en la que se solicitaba financiación al Comintern para difundir propaganda tercerista en España, y detenido en consecuencia.[5] Participó, junto a Fernando de los Ríos, en la comisión enviada por el Partido Socialista Obrero Español a Rusia en el mismo año 1920 para evaluar la incorporación o no a la Internacional comunista.[6] En su informe posterior —en contraposición a De los Ríos— ofreció un informe en general positivo, salvo alguna reserva, de lo visto en la Rusia soviética.[4]