Como sucede con muchas de las obras de Beethoven, este cuarteto no fue bautizado por el artista, sino
por su editor cuando lo publicó por primera vez, en 1809. La denominación “de las arpas” se refiere a las secciones en pizzicato, características del Allegro del primer movimiento, en el cual dos miembros del cuarteto alternan notas en arpeggio, evocando los despuntes de un arpa.
Beethoven compuso el cuarteto en 1809, dos años y medio después del Cuarteto de cuerda número 9 en do mayor, op. 59.3, el tercer cuarteto "Rasumowsky", y lo dedicó al príncipe Franz Joseph Maximilian von Lobkowitz, que era uno de sus primeros y principales mecenas y destinatario de los cuartetos. Op. 18.
La concepción más simple del Cuarteto de Cuerdas n.º 10 que los cuartetos "Rasumowsky" supone que Beethoven se dirigía a un público de conciertos predominantemente de clase media con este cuarteto, especialmente porque las conquistas del general francés Napoleón Bonaparte fueron el fin de la cultura aristocrática de salón, que también incluía a los nobles mecenas de Beethoven.
Este es un tema y variaciones ornamentales, siguiendo la forma típica.
La coda comienza en el m. 142.
Discusión
El primer movimiento, de casi diez minutos de duración, es uno de los mejores ejemplos del manejo de la tensión musical por Beethoven. La introducción corta del adagio (24 compases largo) no se integra temáticamente de manera firme con el resto del movimiento; cumple una función similar a la Introducción del primer movimiento del Op. 59 No.3.
Los motivos principales del Allegro son la melodía lírica que aparece al principio, y los arpeggios del pizzicato interpretados por dos instrumentos que se acompañan repitiendo las octavas, (o corcheas llamadas quavers en la terminología británica), interpretadas por los otros dos. Al principio, estos dos temas aparecen temáticamente y sin relación rítmica. Es sólo pasados cincuenta compases cuando el oyente descubre que el verdadero propósito de Beethoven está en que sean tocados simultáneamente, por debajo de una parte frenética del violín, para generar el clímax del movimiento.