En geometría diferencial, se dice que una superficie suave en tres dimensiones tiene una cresta cuando alguna de sus líneas de curvatura presenta en sus puntos valores máximos o mínimos locales de las curvaturas principales.[1] A su vez, cada cresta está formada por un conjunto de puntos de la superficie, denominados puntos de cresta.
Tipos
Las crestas de una superficie determinada se dividen en dos familias, normalmente denominadas a efectos de su representación como rojas y azules, dependiendo de cuál de las dos curvaturas principales presenta un valor extremo.
En un punto umbilical, el color de una cresta cambiará de rojo a azul. Hay dos casos principales: uno tiene tres líneas de cresta que atraviesan el punto umbilical y el otro tiene una línea que lo atraviesa.