Sus ingredientes básicos son harina, sal, vino blanco, y aceite (o, menos frecuentemente, manteca de cerdo, dependiendo de la localidad). Esta masa se hornea en los mismos hornos donde se hace el pan. Su aspecto es parecido a las tortas dulces, pero en salado.
Existen diferencias de la receta entre localidades: en Cartagena suelen ser redondos y su color es similar al del pan blanco; mientras que en Lorca son rectangulares, algo más finos y llevan pimentón, lo que le da al pan un toque anaranjado. Como elementos comunes, el crespillo posee granos de sal en la superficie y alguna pompa originada en la cocción.
En la provincia de Alicante, están las tortas de sal o coques, compuestas de harina de trigo, agua, aceite de oliva y sal.[1]