El dios Apolo es avisado del asunto por un cuervo, animal de plumaje blanco hasta entonces, pero castigado por su indiscreción por Apolo, quien lo vuelve totalmente negro y portador de malos agüeros. Esta metamorfosis es narrada tanto por Calímaco como por Hesíodo.
Asclepio es el fruto del amor entre Apolo y la joven, que muere estando embarazada atravesada por una flecha del celoso dios, extrayendo a Asclepio de su vientre y entregándolo al centauroQuirón para su crianza.[2][3]
Según una versión alternativa, fue la diosa Artemisa quien la mató y posteriormente el dios Hermes sacó a su hijo de entre las llamas de su pira funeraria.[4]