El Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) es un foro de reflexión sobre el idioma español, en que se discute sobre la situación, problemas y retos de la lengua. Se realiza cada tres años en alguna ciudad de España o Hispanoamérica y su organización está a cargo del Instituto Cervantes, que cumple las funciones de secretaría general permanente de los Congresos, la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española, así como el país organizador de cada edición.
Su motivo es la reflexión sobre la situación, problemas y retos del español. Pretenden avivar la conciencia de corresponsabilidad de gobiernos, instituciones y personas en la promoción y en la unidad de la lengua, entendida como instrumento vertebrador de la comunidad iberoamericana en todos los órdenes, en diálogo con otras lenguas que son vivo patrimonio común de ella. Los participantes son escritores, académicos, intelectuales, profesionales y expertos relacionados con la lingüística, las comunicaciones y el español.
Historia
El Congreso Internacional de la Lengua Española, de periodicidad trianual, se celebró por primera vez en 1997 en Zacatecas (México), y desde entonces se han celebrado ediciones en diversos países hispanohablantes.
A pesar de su breve historia, el Congreso no ha carecido de su ración de agrias disputas. En el primer Congreso, la ponencia de Gabriel García Márquez, titulada Botella al mar para el dios de las palabras, abogó por la «jubilación de la ortografía».[7]
De manera simultánea a la realización del tercer Congreso en Rosario, el argentino Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, inauguró el 1.er Congreso de laS lenguaS (sic) para reivindicar la recuperación de la memoria y la identidad de las lenguas de los pueblos indígenas de América. Por otra parte, se canceló la participación de la lingüista rosarina Nélida Donni de Mirande, acusada por la Universidad Nacional de Rosario de colaborar con la última dictadura militar en Argentina (1976-1983).[8][9]