Se trataba de un castillo de gran tamaño que dominaba el poblado junto al puente sobre el Sorbe del camino de Toledo a Zaragoza. Ocupaba una gran explanada dominada por el castillo y una vasta muralla que cercaba todo el poblado. Todo el recinto estaba construido con piedra sillar. Tan solo quedan algunos restos de las murallas y de algún silo.
Fue derruido en el siglo XIX y sus piedras sirvieron de material para la construcción de la carretera y de la vía del ferrocarril Madrid-Barcelona, que atraviesan el despoblado.
Bibliografía
GARCÍA DE PAZ, José Luis. Castillos y fortificaciones de Guadalajara. Editorial Nueva Alcarria. Guadalajara, 2007. ISBN 978-84-96885-17-2.