Está situada en el casco urbano y es una construcción, como lo demuestra su emblema, el cordón de San Francisco y los escudos que alberga en la fachada, de estilo plateresco de la primera mitad del siglo XVI.
La diferencia con la de Burgos, por ejemplo, es que la burgalesa es una construcción civil del gótico tardío. Fue el palacio de los Condestables de Castilla, vinculados a su vez por herencias, al municipio de Valdecañas de Cerrato.
Doña Mencia de Mendoza y Figueroa, esposa de Don Pedro Fernández de Velasco, VI Condestable, era muy devota de San Francisco y por ello mandó esculpir el cordón franciscano en la fachada. Posteriormente, el acervo popular, dio nombre al edificio.
Según los símbolos de la Orden Franciscana, hay cordones de cinco nudos, que simbolizan los estigmas de Jesucristo y de tres nudos, que simbolizan los tres votos: Pobreza, Castidad y Obediencia.