«Hay cuatro rutas que, llevando a Santiago, se reúnen en una sola en Puente la Reina, en territorio español ; [… … …], otra más pasa por San Martín de Tours, Saint-Hilaire de Poitiers, Saint-Jean-d'Angély, Saint-Eutrope de Saintes et la ciudad de Burdeos.»
Reuniendo en París a los peregrinos a Santiago (o jacquets) llegados del norte y del noreste de Europa, el «gran camino de Santiago» alcanzaba, por Orléans o Chartres, el célebre santuario de Saint-Martin de Tours, que le valió el nombre de via Turonensis.
Es de la iglesia medieval de Saint-Jacques-de-La-Boucherie en París de donde partieron millones de peregrinos en dirección a Santiago de Compostela. Al salir de París, Saint-Jacques de Montrouge abría la ruta de Étampes.
Después del Poitou, muy querido por Aimery Picaud, y las maravillas románicas de las iglesias de Saintonge, los héroes épicos retomaban vida en los sanctuarios de Burdeos, Blaye y Belin, dando a los jacquets la fuerza para afrontar la árida travesía de las Landas y las alturas del puerto de Roncesvalles, para alcanzar por fin la tierra del Apóstol Santiago, por Pamplona, al unirse al Camino francés en Puente la Reina.
El camino principal
París, barrio del Châtelet. El punto de partida se sitúa a la altura de la torre de Santiago, vestigio de la iglesia medieval de Saint-Jacques-de-La-Boucherie, después siguen por la calle Saint-Jacques a la iglesia de Saint-Jacques du Haut-Pas. Se prosigue por la rue de la Tombe-Issoire