El cántabroprerromano es una lengua muerta hablada por los antiguos cántabros. Se discute si su procedencia es preindoeuropea o indoeuropea. La teoría que goza de más adeptos en la actualidad establece la formación del lenguaje y la cúltura cántabras en torno al siglo VIII a. C., como resultado de la mezcla entre pueblos indígenas preindoeuropeos e invasores celtas indoeuropeos.[1]
Autores como Salvador Conejo emparentan directamente el cántabro, el vasco y el carpetano con las lenguas celtibéricas de la mitad norte de la península ibérica.[2]
En cualquier caso, existen aún serias dudas acerca del emparentamiento del antiguo cántabro con lenguas vecinas en particular y entre las lenguas del norte ibérico en general, aceptándose que pudo existir un idioma proto-cántabro anterior a la influencia celta.[3]
Uno de los principales defensores de la teoría preindoeuropea, o al menos de un sustrato preindoeuropeo, es Tovar (1955), quien basándose en los mismos argumentos explica la aspiración emparentando los orígenes del cántabro con los del vasco.[4] Encuentra referencias en la onomástica y la toponimia cántabras para datar un sustrato preindoueuropeo que entronca con el vasco. No obstante, reconoce una fuerte influencia celta en el idioma de los cántabros, que lo convierte a la postre en fundamentalmente indoeuropeo.
Caro Baroja la consideró una lengua indoeuropea a partir de la epigrafía hallada, puesto que la organización en gentilidades es de origen celta; sin embargo, esta teoría deja fuera los elementos preindoeuropeos que existían en la lengua y la cultura cántabras.[5]
Defendiendo la tesis indoeuropea, señala que el idioma debió formularse a partir de las invasiones indoeuropeas del segundo milenio antes de nuestra era y las del año 1000 a. C., de las cuales se conservaron la "p" inicial y la intervocálica, argumentándolo mediante las inscripciones y la toponimia.[6]
Referencias
↑Cantabria Joven - Historia; El pueblo cántabro (Última visita: 15 de septiembre de 2012).