Una bóveda bancaria (o pieza acorazada) es un espacio seguro en el que se puede almacenar dinero, objetos de valor, registros y documentos. Su objetivo es proteger su contenido contra el robo, uso no autorizado, incendios, desastres naturales y otras amenazas, como una caja fuerte. A diferencia de cajas fuertes, las bóvedas son una parte integral del edificio dentro del cual están construidos, con paredes blindadas y una puerta herméticamente cerrada formada con una cerradura compleja.
Historia
Históricamente, las bóvedas fueron construidas en el sótano de un banco donde se abovedaban los techos, de ahí el nombre. Las bóvedas modernas de los bancos suelen contener muchas cajas de seguridad, así como lugares para cajones de efectivo para cajeros y otros activos valiosos del banco o de sus clientes. También son comunes en otros edificios donde se guardan objetos de valor tales como oficinas de correos, grandes hoteles, bibliotecas de libros raros y algunos ministerios del gobierno.
La tecnología de bóvedas se desarrolló en un tipo de carrera armamentista con los ladrones de bancos. Como los ladrones crearon nuevas formas de irrumpir en las bóvedas, los desarrolladores de bóvedas encontraron maneras innovadoras para frustrar estos intentos. Las bóvedas modernas pueden estar armadas con una amplia gama de alarmas y dispositivos antirrobo. Algunas bóvedas del siglo XIX y principios del siglo XX se construyeron tan bien que hoy son casi imposibles de destruir. Estas bóvedas mayores se hacen típicamente con concreto armado con acero. Las paredes eran por lo general al menos 1 pie (0,3 metros) de espesor, y la puerta en sí era típicamente de 3,5 pies (1,07 metros) de espesor. El peso total iba en los cientos de toneladas. Las bóvedas de hoy se hacen con materiales más delgados, más ligeros que, mientras que todavía seguros,[cita requerida] son más fáciles de desmontar que sus homólogos anteriores.