Esta especie es la más extendida y endémica del norte de la península, es común a nivel local en arroyos y fondos de cañones. Se ha observado que crece en grietas de rocas a grandes alturas. A veces se encuentran junto a Washingtonia filifera o Washingtonia robusta.
Descripción
Alcanza una altura de hasta 15 metros, con un sólido tronco. Sus hojas claramente azuladas tienen 1-2 m de ancho, con largos pecíolos. Las hojas son persistentes en la naturaleza, formando en todo el tronco una cubierta peluda, en el cultivo normalmente son quemadas o cortadas. Las inflorescencias se extienden más allá de la corona, llegando a los 5 metros de longitud. Las flores son pequeñas y aparecen en febrero y marzo, mientras que los frutos tienen 18-24 mm de longitud, son de color marrón con una forma ovoide en general o globosa.
Cultivo
Tiene una apariencia atractiva, especialmente cuando es joven. Es tolerante a la sequía (aunque ocasionalmente se recomienda un riego profundo), puede tolerar tanto sombra parcial o pleno sol, y temperaturas de hasta -10 grados.