La batalla de Naupacto (429 a C.) fue una batalla de la guerra del Peloponeso entre los atenienses y los corintios ayudados estos últimos por sus aliados lacedemonios.
No se tienen muchos registros de aquella batalla, y es difícil saber las pérdidas.
El general de los atenienses fue Formión y con 20 trirremes, luego de tomar Naupacto, estableció su base con lo que logró bloquear las naves corintias al mando de Cnemo.[1]
Al mismo tiempo la Liga del Peloponeso, con Corinto a la cabeza, preparó una gran flota de 77 embarcaciones para destruir a los aliados atenienses y además capturar las islas de Zante, Cefalonia y Naupacto, sitas en el golfo de Corinto.[1]
Atrayendo la persecución de la flota ateniense, siempre dirigiéndose hacia el este bordeando la costa norte del golfo, ambas flotas entraron en combate: los corintios atacaron y lograron hacer encallar nueve embarcaciones del enemigo e iniciaron una persecución contra el resto de la flota ateniense en fuga hacia Naupacto. Sin embargo a la entrada de la bahía de Naupacto el curso de la batalla cambió cuando la última nave ateniense hizo un rodeo alrededor de un barco mercante anclado y embistió a su perseguidor más cercano con el espolón.[1] Los corintios y sus aliados fueron presa de la confusión, alentando a los atenienses para hacer una salida con sus trirremes y hacer huir a los peloponesios, que se refugiaron en su base de Panormo.
Al final los atenienses solo perdieron una embarcación de las que habían encallado al principio y se hicieron con un botín de seis barcos enemigos. La batalla conservó la hegemonía naval ateniense y salvó a Naupacto de caer en manos de la Liga del Peloponeso, además frustró los intentos espartanos de iniciar nuevas campañas en el norte.[1]
Referencias
↑ abcdLaffin, John (2001). Diccionario de Batallas. Salvat editores. p. 387. ISBN84-345-6651-6.
Tucídides, Historia de la guerra del Peloponeso II, 85-92.