En 2005, después de la muerte del exrey Fahd bin Abd ul-Aziz, Bandar renunció como embajador a los Estados Unidos, por razones de su salud.[5]
Entre el verano de 2012 y principios de 2014, Bin Sultán dirigió los servicios de inteligencia saudíes, cargo desde el que coordinaba la financiación, transporte y abastecimiento en armas y municiones de los muyahidines del bloque islamo-atlantista opuesto al gobierno sirio en la guerra civil iniciada en 2011.[3] Su gestión estuvo marcada por los desencuentros con los responsables políticos estadounidenses y las acusaciones de autoridades de Damasco y libanesas de promocionar el extremismo suní en Siria, hasta verse apartado de dicha gestión en febrero de 2014 y dimitir finalmente en abril.[6]
Controversias
Bandar participó en el acuerdo de Al Yamamah en 1985, en que el Reino Unido vendió unos 100 aviones de guerra a Arabia Saudita. Según la prensa británica, la empresa de armas británica BAE Systems trasladó pagamentos secretos de casi US$2000 millones en dos cuentas bancarias en Washington pertenecientes a la embajada saudita, de que Bandar sacó dinero para su uso personal.[7]
En julio de 2012, varios medios de prensa como Press TV[8] y la Red Voltaire[9][10] reportaron la muerte del príncipe Bandar en un atentado, que también habría costado la vida a su lugarteniente en el seno de los servicios secretos de Arabia Saudita. Estos reportes fueron desmentidos posteriormente por el diario Arabs News,[11] y Bin Sultan apareció en público de nuevo en junio de 2014 en el aeropuerto del Cairo, junto al general Sisi, presidente de Egipto.[12]