Babcock & Wilcox Company (B&W) es una empresa multinacional estadounidense que se ocupa del diseño, ingeniería, manufactura, servicio y construcción de equipos de generación de energía eléctrica y sistemas de control de la contaminación para servicios públicos e industrias. Su sección de calderas suministra más de 300.000 megavatios de capacidad instalada en más de 90 países de todo el mundo.[1]
Durante la Primera Guerra Mundial, las dificultades de la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España para adquirir nuevas locomotoras impulsaron a la empresa ferroviaria a crear una sociedad especializada en la construcción de locomotoras de vapor. Por ello se creó el 1 de marzo de 1918 la Sociedad Española de Construcciones Babcock y Wilcox.[3] Las principales fábricas fueron instaladas en la Vega del Galindo, en Sestao, cerca de Bilbao, en cuyo entorno este grupo ha sido conocido popularmente como la Balco.[4] El complejo de fábricas de Babcock & Wilcox de Galindo ocupó también terrenos pertenecientes a San Salvador del Valle. Además la empresa tuvo minas de hierro y una central térmica de 6000 kW en Galdames.[3]
Norte realizó un primer pedido de 15 máquinas en 1922, según un prototipo inglés. Más tarde, la empresa construyó numerosas unidades modelo 400/4400, y después emprendió la fabricación de locomotoras industriales (para Langreo, Asland y Juntas de Obras de varios puertos), así como, a partir de 1928, locomotoras eléctricas. Después de la guerra civil, Babcock se encargó de reparar 173 locomotoras dañadas durante el conflicto. Babcock, con su entrega a Renfe de la 282 f 0430 el 18 de abril de 1961, fue la última empresa que construyó locomotoras a vapor en España.
Además de locomotoras de vapor y diésel, las plantas de Sestao construyeron calderas de vapor, tubos, turbinas hidráulicas, automotores eléctricos y diésel, motores marinos, engranajes, válvulas y otros equipos.[3] Muchos encargos vinieron del extranjero, pero también de Vizcaya, como las calderas de la central eléctrica de Burceña o estructuras de los puentes levadizos de Deusto y del Ayuntamiento, en Bilbao, la refinería de Petronor en Musques, la central nuclear de Lemóniz.[4]
Entre 1961 y 1981 el investigador español Gregorio Millán asumió el puesto de director general de la Sociedad Española de Construcciones Babcock-Wilcox y presidente de Babcock & Wilcox de Portugal.[5]
En 1976 alcanzó su plantilla máxima con 5250 empleados.[4]
La crisis del petróleo de los años setenta provocó una crisis del sector de bienes de equipo, afectando a la Babcock & Wilcox, que suspendió pagos en 1977. Dada su elevada plantilla y la importancia de tenía en otras industrias de la región, el Estado la rescató y el Instituto Nacional de Industria de España se hizo con todas sus acciones en 1983.[4][3] En 1992, el INI se dividió en empresas sin y con beneficios, y BWE pasó a este último grupo en manos de la sociedad anónima Teneo, tras desgajarse la división de tubos.[3][6]
La SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) vendió Babcock Wilcox a Babcock Borsig en octubre de 2001, pero el grupo alemán presentó suspensión de pagos el verano de 2002. En 2004 AE&E; (Austrian Energy & Environment), una compañía del grupo austriaco A-TEC Industries se hace con el 100% de las acciones de Babcock Borsig España, que pasa a denominarse Babcock Power España S.A.
Tras el cierre de la factoría de Sestao, la actividad de Babcock Wilcox Española S.A. (extinta) (filial al 100% de The Babcock & Wilcox Company) se centraba en la construcción llave en mano de centrales térmicas y de ciclo combinado.[7]
↑Revista de Derecho vLex (Julio de 2001): La Comisión aprueba la mayor parte de las ayudas a Babcock Wilcox Española S.A.
El contenido de este artículo incorpora material correspondiente a una entrada de Ferropedia, publicada en español bajo la licencia Creative Commons Compartir-Igual 3.0.