A mediados de los años 40 se inauguraron las instalaciones civiles del aeropuerto de Los Rodeos. La importancia del mismo y la relativa lejanía de la capital (unos 12 km) hicieron necesaria la construcción de una vía en condiciones, ya que la carretera general que une Santa Cruz de Tenerife con La Laguna (TF-180) atraviesa numerosos núcleos de población. Así, se diseñó una autopista de dos carriles por sentido que uniría la capital y el aeropuerto, dotando, además, a Santa Cruz de Tenerife, de una avenida de entrada que completase la circunvalación a la ciudad, comprendida por la propia Avenida Tres de Mayo (antesala de la autopista), la avenida de Anaga (o avenida marítima) y la Rambla de Santa Cruz.
La importancia que cobró esta nueva vía fue tal que a lo largo de los años comenzó su ampliación, tanto en longitud como en capacidad de vehículos. Así, a mediados de los 90, la Autopista del Norte contaba con cuatro carriles de subida y tres de bajada desde Santa Cruz hasta La Laguna y dos por sentido desde esta ciudad hasta Puerto de la Cruz. Fue por estas fechas cuando comenzaron los trabajos más ambiciosos en torno a la propia autopista.
En primer lugar, se renovó la mediana con el objeto de faciliar el drenaje de la misma a raíz de las inundaciones del 31 de marzo de 2002. También se renovaron por completo casi todos los enlaces entre Santa Cruz de Tenerife y La Laguna, sustituyéndolos por rotondas y tramos subterráneos. Se añadió un tercer carril por sentido desde La Laguna hasta el aeropuerto y se prolongó unos 9 km hasta Los Realejos, continuando de ahí en adelante en una carretera convencional.
Esta ambiciosa renovación, que obligó incluso a desarrollar un trazado provisional de unos 5 km paralelo a la autopista, tardó cerca de cinco años. Casi todos los trabajos se finalizaron en dos años, pero las dificultades técnicas que entrañaban el enlace del barrio lagunero de Anchieta aconsejaron retrasar el ensanche a tres carriles por sentido en ese tramo, de algo más de 500 metros. Así, con las obras del Tranvía de Tenerife se hizo necesario proceder a la renovación de los accesos a La Laguna, lo que se aprovechó para soterrar la autopista por ese tramo y dotarla del tercer carril.
Coincidiendo con la creación del Anillo Insular, en julio de 2014 se abrió el tramo Icod de los Vinos - El Tanque[1] de 12 kilómetros de longitud, con 2 carriles en sentido ascendente y uno en sentido descendente, que se une a la carretera insular TF-5 desde Los Realejos hasta Icod de los Vinos, tramo que posee un promedio cercano a los 30 000 veh/día con únicamente un carril por sentido.
El 14 de noviembre de 2019 se iniciaron las obras del Tramo El Tanque - Santiago del Teide[2] del Anillo Insular de Tenerife, con 11,3 kilómetros de longitud, con un carril por sentido salvo en los tuneles, donde será de dos.
En la actualidad, es la autopista que soporta la mayor densidad de tráfico de Canarias, con tramos en los que se superan los 100.000 coches al día,[3] alcanzando practicante los 115.000 veh/día de pico en 2019. Destacar que existen tramos de esta Autopista con 100.000 veh/día y apenas 2 carriles por sentido.
Recorrido
La TF-5 tiene tres tramos principales: uno categorizado como autopista hasta, aproximadamente, el p.k. 40, discurriendo desde Santa Cruz hasta Los Realejos; otro de carretera general con cruces a nivel de Los Realejos hasta el barrio de Buen Paso, en el municipio de Icod de los Vinos, y uno último caracterizado como vía para automóviles (un solo carril por sentido con cruces a distinto nivel) que llega hasta El Tanque.
En la actualidad existen tres proyectos al respecto de esta autopista:
El primero, que es el más complejo, supone modificar su trazado y provocar que circunde el Aeropuerto del Norte por el sur del mismo, para no atravesar el núcleo urbano de La Laguna, que se ha extendido más allá de la actual autopista.
El segundo proyecto, que aún está en período de estudio, consiste en añadir un tercer carril por sentido hasta Puerto de la Cruz.
El tercer proyecto, que es el más avanzado, a excepción del Tramo Los Realejos - Icod de los Vinos,[5] supone prolongar la autopista más allá de su final actual; esta obra está enmarcada dentro del Anillo insular, que prevé conectar la Autopista del Norte con la Autopista del Sur (TF-1).